Por eso, sorprende que desde la Dirección de Atención Primaria se haya dado orden expresa de prohibir las salidas de los Técnicos en Cuidados de Enfermería de los centros de salud con el evidente retraso que esto va a suponer en la atención sanitaria. “No es una orden sin consecuencias, explica la secretaria autonómica de SAE Begoña Ruiz, ya que si hasta ahora cuando había una salida iban los dos integrantes del equipo de enfermería, es decir, la enfermera y la TCE, ahora abandonan el centro dos enfermeras con lo que las agendas quedan bloqueadas y, por tanto, la atención se retrasa”

            “Esta medida contradice algunas cuestiones porque ante la falta de profesionales una gestión adecuada de estos implica la optimización de los profesionales y no tener a dos profesionales de la misma categoría atendiendo una salida cuando en el equipo puede haber dos.  Por otro lado, esta repentina orden nos lleva a la inquietud de que paulatinamente se vayan vaciando de contenidos las funciones de estos TCE para el día 30 de abril, fecha en la que finalicen sus contratos, tener una excusa para no proceder a su renovación”, considera Begoña Ruiz.

            En la reunión mantenida el pasado mes de diciembre los responsables de SAE entregaron un extenso documento en el que se especificaban las actividades que los TCE pueden desarrollar en la Atención Primaria, que pasan por el control de la farmacia, la recepción y almacenamiento de las vacunas, el mantenimiento de los aparatos de electromedicina, aerosoles o botellas de oxígeno, la desinfección y esterilización de material instrumental sanitario, el control del circuito de lavandería, la participación en el proceso de análisis clínicos con otros miembros del equipo, la colaboración en los procesos asistenciales, el apoyo a la instrumentación en los equipos de salud bucodental y de atención a la mujer, la colaboración en las actividades de prevención y promoción de la salud, la participación en las actividades formativas y talleres de prevención de la salud, entre otras.  

            “Hay varios ejemplos de comunidades en los que los TCE ya están realizando diversas actividades en Atención Primaria, evidenciando así la necesidad de nuestra inclusión en los equipos de enfermería de  este nivel asistencial. Nuestras actuaciones están reguladas por el Real Decreto 546/1995, de 7 de abril, donde se recoge que es competencia de nuestra categoría profesional proporcionar cuidados básicos al paciente/usuario y actuar sobre las condiciones sanitarias de su entorno, como miembro del equipo de enfermería en los centros de Atención Primaria, en colaboración con la enfermera responsable o como miembro del equipo de salud en la asistencia a domicilio”, explica la secretaria autonómica de SAE en Navarra.

            Por ello, si el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea quiere mejorar su actuación y cumplir con las pautas establecidas por las diferentes Conferencias Mundiales sobre Atención Primaria debe incluir de manera definitiva a los TCE en los equipos asistenciales.

            “Tal y como ya se ha demostrado, nuestras habilidades y capacidades son necesarias para el buen funcionamiento de este nivel asistencial. Por ello, desde SAE reivindicamos en primer lugar que se mantenga a los compañeros en activo  y por otro que se extienda la inclusión de los TCE en las plantillas. Solo así se puede cumplir con el objetivo de aprovechar las posibilidades de todos los recursos humanos de Osasunbidea y conseguir así las mejoras estructurales que tanto precisa este nivel asistencial”, concluye Begoña Ruiz.

                El único requisito que necesitan cumplir los profesionales con independencia de su categoría profesional es atender el teléfono y acudir apresuradamente. Nada más. Y, sin embargo, los Técnicos en Cuidados de Enfermería han estado percibiendo este concepto retributivo de “guardia localizada”, únicamente dos de los quince días que están sujetos a esta disponibilidad inmediata. El resto de categorías son retribuidos todos y cada uno de los quince días por pertenecer a categorías o estamentos profesionales con titulaciones de distinto nivel académico.

                Para Agustín Serna, secretario provincial del Sindicato de Técnicos de Enfermería este proceder solo respecto a una actitud caciquil que maltrata a los profesionales en función de un concepto de estamento profesional más propio de épocas pasadas. Los TCE formamos parte indiscutible e indispensable del equipo de enfermería y nos afecta el mismo acuerdo de condiciones de trabajo.

                Con independencia de la necesidad de actualizar el  Acuerdo Regulador de Condiciones de Trabajo del año 2007 de Osakidetza, este documento recoge las condiciones para todos los profesionales. Sin embargo, la dirección de enfermería de la OSI Araba decidió, parece que decidió hace tiempo, no retribuir a los TCE el pago de estas guardias.

                El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) ha solicitado a la dirección el protocolo de adjudicación de guardias así como el procedimiento del pago de pluses en los equipos de enfermería, integrados por los enfermeros y los Técnicos en Cuidados de Enfermería.

                “Confiamos en que se solucione a la mayor brevedad posible y se considere a los profesionales con la igualdad de trata que corresponde. Este agravio se ha repetido durante años pero no es excusa ni argumento para mantenerlo por lo que desde SAE confiamos en que se tomen de inmediato las medidas necesarias para poner fin a esta situación”, finaliza el secretario provincial del Sindicato de Técnicos de Enfermería.

También el resto de la población, personas mayores que viven en sus domicilios o con familiares pero no en residencias y, por lo tanto, y a pesar de los riesgos tienen que seguir esperando.

¿Hasta cuándo?, para Carmen Guerrero, secretaria autonómica del Sindicato de Técnicos de Enfermería, “ese es uno de los interrogantes del proceso de vacunación en Melilla. Pero no es el único porque se desconoce el protocolo que se está siguiendo, si van a llegar más vacunas, cómo se van a distribuir”.   

                “Durante las primeras semanas del plan de vacunación parecía que, por una vez, Melilla iba a ser la primera en algo positivo y aparecieron titulares que situaban a Melilla como el líder en la campaña de vacunación e incluso nuestros compañeros fueron capaces de haber administrado el 102,1% de las dosis recibidas. Y hasta ahí la satisfacción. Porque las dosis que se han recibido rondan las 4.000 para una población de 87.000 ciudadanos. Así es muy difícil conseguir la tan ansiada como necesaria inmunidad de rebaño”, continúa Carmen Guerrero.           

Los responsables sanitarios de la ciudad autónoma siguen disfrutando de aquellas primeras mieles y han olvidado las necesidades reales de los melillenses, ¿han olvidado la petición de más vacunas para nosotros? ¿cuál es la pretensión real?.

La secretaria autonómica de SAE demanda del Gobierno autonómico un plan claro y eficaz para conseguir el objetivo prioritario de inmunidad.

Estas profesionales superaron un proceso selectivo de concurso-oposición convocado en 2004 por el Consorcio Hospitalario de Jaca tras lo que  firmaron un  contrato con efectos del 01/01/2006. Sin embargo, tras la incorporación del CASAR, Consorcio Aragonés Sanitario de Alta Resolución (anteriormente Consorcio Hospitalario de Jaca) al Servicio Aragonés de Salud, no se les reconoció derecho a solicitar su estaturización, así como a traslados, movilidad, etc.

Mª del Mar Cacho, vicesecretaria provincial de SAE en Huesca recuerda que “estas compañeras contaron desde el principio con el respaldo de la asesoría jurídica del Sindicato de Técnicos de Enfermería en Huesca, a la que todos nuestros afiliados tienen derecho para la defensa de sus derechos e intereses para, como ha sido en este caso, conseguir el respeto de estos”.

Se ha celebrado una concentración a las 14:30 de hoy en el Hospital de Jove en  memoria de Pablo Riesgo, el compañero de 26 años fallecido en Asturias que se había reincorporado a su puesto en las urgencias tras haber sido dado de alta de su contagio por Covid el pasado mes de noviembre. Tras su alta y a pesar de seguir con algunas secuelas su compromiso  como profesional sanitario le llevó a reincorporarse en enero.

            Desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería lamentamos profundamente éstas, y todas las pérdidas de vidas humanas. El dolor de perder a nuestros compañeros está acompañado por la conciencia del enorme valor de los Técnicos en Cuidados de Enfermería al frente de esta pandemia, los que más cerca están del paciente y los que realizan los cuidados más indispensables.

            Estamos sufriendo los efectos devastadores de este virus  a todos los niveles y lo  demuestran los estudios que se han hecho al respecto y, tristemente, los datos de los compañeros fallecidos que están cuidando a sus pacientes y dando lo mejor de sí mismos, como todos los profesionales TCE que están a pie de cama cada día con cada paciente. Nosotros sabemos y nuestros pacientes saben que no somos invisibles y que nuestras funciones y competencias son imprescindibles en la asistencia continua y directa al paciente.