El Sindicato de Técnicos de Enfermería comunica, a través de notas de prensa o cartas al director, a los medios de comunicación todas aquellas informaciones de interés público y profesional en las que SAE es noticia.
Desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería queremos sumarnos a las muestras de condena por la agresión, tanto verbal como física, que han sufrido dos compañeros Técnicos de Emergencias Sanitarias durante la realización de su trabajo.
“Las agresiones sobre los profesionales de la salud se han incrementado en los últimos años, constatando que ningún profesional, independientemente de su categoría, está exento de sufrir un ataque durante el ejercicio de sus funciones. Por ello, todos los agentes implicados en esta realidad social debemos aunar esfuerzos para erradicarla. Los profesionales debemos denunciar toda violencia que se ejerza sobre nosotros, ya sea verbal o física, para conseguir datos reales y fiables que permitan adoptar medidas adecuadas. Por su parte, las Administraciones, además de invertir en protocolos de actuación una vez se ha producido el ataque, debe hacerlo en programas y campañas formativas que den a los profesionales las herramientas adecuadas para actuar ante posibles ataques y eduquen a los usuarios en el respeto hacia el trabajo que desempeñan los profesionales que velan por su salud”, explica Alejandro Juan Alonso, secretario de Acción Sindical de SAE en Baleares.
SAE pide formación preventiva para evitar estas situaciones
La estadística de agresiones a profesionales sanitarios suma, por desgracia, un nuevo caso. El último ataque lo sufrió en la mañana de ayer una Técnico en Cuidados de Enfermería del Hospital Provincial de Toledo que fue agredida verbalmente y amenazada de muerte por el familiar de un paciente que se negaba a que los profesionales atendieran a dicha paciente.
José Antonio Gálvez, secretario provincial del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) en Toledo manifiesta “su profunda repulsa hacia esta lacra social que supone la violencia de cualquier tipo pero que, en el caso de las agresiones a los sanitarios, añade un estrés inaceptable. Es evidente que nadie debería ir con miedo a ser agredido a su puesto de trabajo. No es asumible que los usuarios, ya sean pacientes o sus familiares, descarguen sus emociones contra los profesionales que les atienden”.
La dirección del centro ha puesto en marcha el protocolo de actuación conocido como Plan Perseo prestando toda la colaboración a la compañera implicada adoptando las medidas necesarias para minimizar el riesgo.
No obstante, además de este Plan, que funciona desde hace algunos años en el SESCAM, SAE considera que es necesario, profundizar en la aplicación de nuevas actuaciones, que se unen a las ya existentes, al objeto de establecer un procedimiento de actuación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante las agresiones a sanitarios.
Este protocolo que debe surgir de la Instrucción 3/2017 de la Secretaría de Estado de Seguridad sobre medidas policiales a adoptar frente a agresiones a profesionales de la salud, contempla entre otras actuaciones la creación de la figura del Interlocutor Policial Territorial Sanitario y que serán los encargados de mantener un contacto fluido y más directo entre los profesionales y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en caso de agresión al personal sanitario.
Asimismo, es prioritario llevar a cabo labores de prevención a través de formación adecuada que dote a los profesionales de las herramientas necesarias para canalizar una situación potencialmente peligrosa evitando así que se convierta en agresión física o verbal.
SAE centra el mes de abril en la visibilización del Síndrome de Angelman.
Acabar con las barreras administrativas y las económicas son las principales reivindicaciones de los niños que conviven con el Síndrome de Angelman y sus familias, quienes se ven obligadas a justificar periódicamente ante la Administración que la discapacidad que provoca este síndrome continúa para poder seguir cobrando la pequeña ayuda económica que reciben.
Una ayuda que no sería necesaria si, tal y como señala Concepción Herrero, madre de una niña que convive con esta enfermedad desde los 18 meses, los gastos médicos, farmacéuticos y terapéuticos que precisan los afectados estuvieran cubiertos por la Seguridad Social.
El Síndrome de Angelman es un trastorno del neurodesarrollo de base genética que se caracteriza por un retraso mental severo, un retraso psicomotor y unos rasgos físicos y conductuales característicos, que se manifiestan en los afectados -1 de cada 20.000 recién nacidos- con un espectro autista, ausencia del habla, epilepsia, ataxia y movimientos espasmódicos, además de un trastorno del sueño. El tratamiento de estos síntomas no es curativo, pero existen medidas de apoyo especiales para potenciar la percepción, la motricidad, la atención, la inteligencia, la cognición o el lenguaje, siendo las terapias relacionadas con la comunicación uno de los pilares del tratamiento.
Sin embargo, estas terapias, tan necesarias para normalizar la vida de los menores afectados, no están cubiertas por la Seguridad Social, por ello, una de las principales reivindicaciones de las familias afectadas es que los gastos que conlleva esta enfermedad estén incluidos en el sistema sanitario.
La falta de centros educativos adaptados o de centros asistenciales integrales para necesidades especiales forman también parte de los problemas a los que estas familias se enfrentan diariamente.
“Como estamos comprobando a través de la campaña SAE con las enfermedades raras, la inversión en investigación, en formación y en recursos es primordial para avanzar en el conocimiento de las diferentes enfermedades raras y, por supuesto, lo es en el Síndrome de Angelman. Así, además de profesionales formados que se impliquen en los cuidados, los hospitales deben poner en marcha protocolos que garanticen las necesidades de estos menores: adaptar los baños, evitar las interrupciones y las luces durante las noches para garantizarles una correcta higiene del sueño o disponer de pañales adecuados para niños de 10 años, son sólo algunas de las demandas de estos menores cuando están ingresados. Desde SAE nos sumamos a todas estas reivindicaciones que, a través de nuestra campaña, queremos visibilizar para que los responsables de la sanidad, los profesionales y la sociedad en general adquiera conciencia de estas necesidades y de las dificultades diarias a las que estos menores y sus familias se enfrentan. La voluntad política es fundamental para avanzar, pero también lo es adoptar conciencia de que las enfermedades raras existen y afectan a más de 3 millones de personas en nuestro país”, explica Daniel Torres, secretario de Acción Social y Formación de SAE y coordinador de la campaña.
Profesionales que estaban de descanso acudieron a colaborar en las tareas de evacuación de la Residencia del ERA de La Tenderina
Las lluvias de la tarde de ayer provocaron la inundación de la Residencia de Ancianos del ERA La Tenderina (Oviedo) lo que obligó a evacuar a los 110 residentes del centro asistencial que fueron trasladados a varias residencias cercanas a la zona.
“Al operativo de bomberos, protección civil y policía se unieron los Técnicos en Cuidados de Enfermería del centro que participaron activamente en el proceso de evacuación, permitiendo que éste se llevara a cabo con la máxima rapidez. En estas actuaciones participaron no sólo los TCE que estaban de servicio sino que acudieron a colaborar algunos que disfrutaban de su permiso reglamentario y otros doblaron su trabajo para colaborar en estas funciones”, recuerda Luisa María Montañés, secretaria autonómica de SAE en Asturias.
Para estos profesionales el bienestar de los pacientes es una prioridad y actuaron en consecuencia con este principio asegurando que estuvieran en las mejores condiciones lo antes posible.
La inundación se inició en el sótano pero afectó a la sala de máquina provocando cortes de la energía eléctrica y haciendo necesaria la inmediata evacuación de los residentes. Las tareas de limpieza todavía continúan por lo que, lo más probable, es que los ancianos todavía tarden en unos días en volver a la que es su residencia habitual.
- Las teteras utilizadas facilitan la aparición de bacterias
- Se demostró tras la denuncia de SAE hace dos años
- Desde entonces, la gerencia sigue estudiando la compra de termos adecuados
El Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (CHUC) podría estar poniendo en peligro la salud de sus pacientes por dilatar, desde hace dos años, la compra de termos y teteras para mantener la leche y el agua caliente para la preparación de desayunos y meriendas de los pacientes ingresados.
El 27 de abril de 2016 responsables del Sindicato de Técnicos en Cuidados de Enfermería (SAE) presentaron una denuncia ante el Servicio de Microbiología y Control de Infecciones que tomó muestras aleatorias de las actuales teteras utilizadas para estas preparaciones. El informe realizado tras la inspección no pudo ser más alarmante dado que los análisis “demostraron la presencia de Bacilos gram negativos no fermentadores y, en algún caso, Enterococcus spp, todos ellos causantes posibles de infecciones en los pacientes”.
A pesar de estos resultados, los Técnicos en Cuidados de Enfermería tienen que seguir calentado leche y agua para los desayunos y meriendas en los offices de las plantas. Una vez utilizados hay que limpiarlos a mano y con estropajo, lo que supone que ni se alcanzan las temperaturas marcadas como necesarias ni se utiliza la concentración de detergente necesario para llevar a cabo un proceso de limpieza fundamental en cualquier área hospitalaria. Estos útiles tienen, además zonas de difícil acceso donde se acumulan residuos, que pueden ser el origen de las bacterias encontradas.
Por otro lado, este proceso no debería llevarse a cabo en las plantas de hospitalización sino en la cocina o donde el departamento de hostelería considere oportuno, pero alejado de las plantas, y tampoco debería ser personal de enfermería, como es el caso de los Técnicos en Cuidados de Enfermería, los responsables de esta tarea de limpieza.
En su denuncia SAE solicitó la puesta en marcha de alternativas que evitaran esta manera de proceder. La solución adoptada fue la compra de teteras exactamente iguales que, en poco tiempo, han vuelto a estar en las mismas condiciones pues el acceso a algunas zonas es prácticamente imposible.
Existen en el mercado, y es el sistema utilizado en la mayor parte de los hospitales, termos y teteras adecuadas para este uso. Durante los dos años que han transcurrido desde la presentación de la denuncia y en los que hemos demandado información al respecto la respuesta ha sido que “siguen estudiándola”. Dos años para comprar unos termos es una absurda excusa que, además, y es lo más importante, podría estar poniendo en peligro la salud de los pacientes.
Por todo ello, el Sindicato de Técnicos de Enfermería exige a la gerencia del CHUC que actúe de inmediato y ponga fin a esta inadmisible situación.