El Sindicato de Técnicos de Enfermería comunica, a través de notas de prensa o cartas al director, a los medios de comunicación todas aquellas informaciones de interés público y profesional en las que SAE es noticia.
Los Técnicos en Emergencias Sanitarias de GSAIB han empezado este lunes a recibir la vacuna de la Covid-19 gracias a los trámites que los delegados de USAE han llevado a cabo durante todo el fin de semana con la Administración.
No se entiende que los profesionales médicos y enfermeros que comparten vehículo con los TES hayan sido vacunados y este colectivo profesional no haya sido contemplado hasta hoy en el calendario de vacunación. Para los delegados de USAE esta falta de actuación demuestra una total desorganización a la hora de inmunizar a los equipos asistenciales que están en la primera línea.
“El sistema sanitario consta de tres pilares fundamentales que son la Atención Especializada, la Atención Primaria y la Atención Extrahospitalaria. En esta última, la mayoría de Comunidades Autónomas suspenden ya que dejan la gestión de este nivel asistencial en manos de empresas privadas, a quienes únicamente les importa el margen de beneficio. Sin embargo, algunas comunidades como Baleares decidió internalizar el servicio de transporte urgente dentro del Servicio Balear de Salud, un paso importante para la atención extra hospitalaria, pero esta incorporación no siempre ha ido acompañada de los trámites éticos y legales oportunos: además de la falta de consideración en la vacunación, la empresa ha decidido que, desde el pasado 1 de enero, los trabajadores reciban sus turnos con dos o tres días de antelación. Una medida que, claramente, imposibilita la conciliación de la vida familiar y laboral de los trabajadores y que, por lo tanto, hemos puesto en manos de la autoridad laboral competente para su resolución”, explica Alejandro Juan Alonso, secretario de Acción Sindical de SAE en Baleares
Asimismo, desde USAE, esperamos que se retome lo antes posible la negociación colectiva y poder reactivar el convenio que actualmente está parado.
Los estudios realizados por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y médicos del Hospital del Mar y del CIBER sobre el impacto de la Covid-19 en los profesionales sanitarios concluyen que el 45% de los trabajadores presenta un riesgo alto de trastorno mental tras la primera ola y un 3,5%, incluso, llega a pensar en el suicidio.
El estudio, realizado sobre 9.138 trabajadores sanitarios de 18 centros de toda España, concluye también que los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) son los profesionales con mayor impacto: dos de cada tres TCE sufre riesgo alto de trastorno mental.
Esta conclusión no es nueva para el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), pues nuestro colectivo es el que más cerca ha estado de los pacientes Covid, entrando a las habitaciones para dotarles de los cuidados necesarios, acompañándoles durante los últimos días de su vida y viéndoles morir en soledad, en definitiva, hemos sido la familia que les faltaba en los momentos difíciles. Una presión emocional, a la que se añade el estrés, la ansiedad y el agotamiento provocados por el miedo, la incertidumbre y el hecho de haber trabajado la mayor parte del tiempo sin los equipos de protección adecuados.
“Nuestras funciones nos hacen imprescindibles en la asistencia continua y directa al paciente y durante la pandemia se ha constatado que el trabajo de los TCE es imprescindible, especialmente con las personas mayores, quienes más precisan los cuidados fundamentales. Por ello, tal y como llevamos años reivindicando, en una sociedad con una población cada vez más envejecida, la figura de los TCE en todos los niveles asistenciales es incuestionable. Como también lo es nuestra implicación, tanto física como emocional, durante la pandemia y cuyas consecuencias por la tensión acumulada se están viendo ahora. Por ello esperamos que la Administración cuide a los profesionales y, tal y como recomienda el estudio, se monitorice a aquellos con trastornos mentales previos y a quienes hayan mantenido una elevada exposición a pacientes Covid, hayan sufrido infección o hayan estado en confinamiento. Solo cuidando de quienes tienen que velar por los demás podemos garantizar la salud de todos”, explica Isabel Lozano, vicesecretaria de SAE.
Madrid, 5 de enero de 2021.-“La subida del nivel de cualificación de los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) es una prioridad, antes del colectivo, pero se ha convertido en una prioridad para toda la sociedad dado que es incomprensible que profesionales cualificados y capacitados para llevar a cabo múltiples competencias no puedan llevarlas a cabo porque hasta ahora hayan primado otros intereses en detrimento de los del bien común y de las arcas públicas”, afirma Isabel Lozano, vicesecretaria del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE).
La calidad asistencial a la que todos tenemos derecho solo es posible si se contara con el número de profesionales suficientes y si los recursos humanos se optimizaran debidamente.
El aumento del número de casos por COVI-19 es una evidencia, independientemente de si entramos en la tercera ola sin haber abandonado la segunda. Esta manera de establecer fases y calendario no enmascara la realidad de cada uno de los pacientes que requieren de la debida atención sanitaria.
Sin embargo, cualquiera de las olas o fases de la pandemia ha puesto en evidencia que no se han aprovechado lo suficiente los recursos humanos ni la capacidad y el potencial de los Técnicos en Cuidados de Enfermería para atender la demanda asistencial.
“Es importante que se revise la cualificación de estos profesionales de la Formación Profesional y sobre todo las funciones ya que las que se tienen reconocidas son las de 1973 dada la falta de enfermeros. Los TCE están capacitados para llevar a cabo más funciones de las que se nos permite y si se reconociera al colectivo el demandado Grado Superior de la Formación Profesional, el número de funciones aumentaría considerablemente lo que paliaría el déficit de otros profesionales más cualificados y necesarios para otras cuestiones. Este estancamiento en el que están inmersos los Técnicos en Cuidados de Enfermería debe dejar de ser considerado por los responsables sanitarios como una reivindicación profesional porque ha pasado a ser una prioridad social”, finaliza la vicesecretaria de SAE.
En la mesa sectorial de sanidad de hoy, sobre el punto de Reanudación de la negociación de las condiciones laborales del personal del Servicio de Salud de Castilla y León en situación de pandemia. SATSE, CSIF, CESM, CCOO y USAE hemos solicitado negociar no una orden, sino un acuerdo que recoja las medidas a aplicar con carácter excepcional, que siempre serán voluntarias e incentivadas, para afrontar la situación derivada de la pandemia en lo que afecta a los profesionales de SACYL.
También hemos pedido que conste en acta y en el acuerdo que proponemos negociar el compromiso que han adquirido, tanto el Presidente de la Comunidad como la Consejera, de dejar el Decreto en punto muerto y no sacar una orden para aplicar las prestaciones personales obligatorias.
Ante esta situación la Gerencia Regional de Salud ha dudado sobre llevar a cabo un acuerdo en los términos propuestos, aunque la consejera de Sanidad, presente por primera vez en mesa sectorial, ha manifestado su intención de que se negocie nuestra propuesta. Nos han solicitado un borrador sobre el que trabajar y se ha pospuesto la negociación, una vez más.
Desde las organizaciones sindicales vamos a trabajar en el borrador de acuerdo, pero nos vemos en la obligación de mantener las movilizaciones previstas para mañana en Segovia, Soria y Zamora, puesto que el decreto sigue vigente y SACYL no ha dado ninguna garantía, por el momento, de no aplicarlo.
El pasado mes de abril, USAE remitió una carta al Presidente de la Xunta de Galicia y al responsable del Servicio Galego de Saude, solicitando la integración y absorción en el SERGAS de los Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES), con el fin de facilitar y cohesionar la estructura sanitaria para dar una respuesta rápida y eficiente a los problemas y dificultades que diariamente surgían en la lucha contra la Covid-19.
Sin embargo, los TES, profesionales que, incuestionablemente, están en primera línea de actuación, continúan expuestos al riesgo de contagio y, por lo tanto, de propagación, ya que ninguna de sus propuestas para frenar la Covid ha sido escuchada por la Administración.
Un ejemplo reciente es la reducción del parking de urgencias del CHUAC, afectando claramente a la movilidad de las ambulancias, lo que repercute en los pacientes y en la sobrecarga laboral de los TES, que tienen que reducir drásticamente el tiempo dedicado a su trabajo para poder dejar su espacio a otro vehículo. La gerencia del CHUAC ha adoptado esta medida sin contar con los TES, ya que, según argumenta, “las ambulancias son de una empresa privada, la cual tiene que resolver sus problemas”. Lo que no entiende la gerencia es que estos problemas repercuten directamente en la atención de los pacientes y esto sí debería ser una prioridad para ella.
Un espacio en el CHUAC para desinfectar las ambulancias y evitar que un vehículo contaminado circule por la ciudad o la inclusión de los TES en la elaboración de los protocolos que regulan su actividad para adaptarlos a las necesidades reales de su trabajo, solicitada a la Fundación Pública Urxencias Sanitarias de Galicia-061 (FPUSG-061) en multitud de ocasiones, son otras reivindicaciones del colectivo que han sido rechazadas sistemáticamente.
“Esta pandemia ha agravado los problemas diarios a los que los TES estamos expuestos habitualmente, y que tienen su origen en la falta de reconocimiento de nuestro colectivo como profesionales sanitarios, impidiéndonos evolucionar y desarrollar nuestro trabajo de una manera sensata y profesional. Nuestra actividad es esencial y deberíamos formar parte del Sergas, sin embargo la Administración prefiere subcontratar empresas, cuyo único objetivo es el lucro, discriminándonos así en relación al resto de profesionales sanitarios. No reconocer a los TES como profesionales del sistema sanitario paraliza el desarrollo de unos profesionales que tienen mucho que ofrecer junto al resto de los equipos sanitarios. Por ello, esperamos que el Sergas siga el ejemplo de comunidades como Madrid, Baleares o Murcia, que ya han integrado en sus sistemas de salud a los TES, facilitando y cohesionando así el desarrollo de la actividad sanitaria”, explica Jose Luis Fuego González, TES en Galicia.