El Sindicato de Técnicos de Enfermería comunica, a través de notas de prensa o cartas al director, a los medios de comunicación todas aquellas informaciones de interés público y profesional en las que SAE es noticia.
El daño potencial muestra los fallos del sistema y qué hay que solucionar para que no ocurra
La seguridad del paciente se ha convertido en un objetivo prioritario para los profesionales y las organizaciones sanitarias con el fin de prevenir o, al menos, reducir los eventos adversos en un escenario marcado por la complejidad y especialización de la atención sanitaria. Dentro de todos los perfiles profesionales que intervienen en la asistencia sanitaria los técnicos tienen un papel preponderante en la misma y así lo ha planteado Ricardo García, Técnico en Emergencias Sanitarias del SUMMA 112 de Madrid en su ponencia Optimización de la Trazabilidad de Incidentes Adversos: Rol Crucial de los Técnicos Sanitarios en Intervenciones Específicas y Procedimientos Estandarizados.
Siguiendo el Plan de Acción de la OMS los objetivos a cumplir respecto al personal sanitario son: establecer políticas para eliminar los daños evitables en la atención médica, sistemas de alta fiabilidad, seguridad en los procesos clínicos, compromiso de los pacientes y familiares, educación, habilidades y seguridad del personal sanitario, información, investigación, gestión de riesgos y mejora, y el establecimiento de sinergias, alianzas y solidaridad para poder avanzar en la consecución de estas metas.
Para conseguir estos objetivos se establecen prácticas seguras para mejorar la seguridad del paciente, evitar la repetición de errores y fallos ya conocidos y la aparición de nuevos riesgos.
Entre otras actuaciones, Ricardo García ha destacado la necesidad de agregar programas para reducir a cero elementos como bacteriemia, resistencia a estas, infecciones… o la formación en seguridad para los profesionales.
Es fundamental, igualmente, reconocer y apoyar el trabajo diario a los profesionales, en un entorno de creciente complejidad de la asistencia, y especialmente en los implicados en un error.
Julián Villarín Hernández, supervisor de área funcional del Hospital del Tajo de Madrid, introdujo en su ponencia Área de UCI: Atención metódica y estructurada como base para la seguridad clínica el concepto de daño potencial en la seguridad del paciente porque en ésta hay que tener en cuenta no solo el daño que se produce, sino también el que se podría haber producido y no se produjo gracias a una serie de circunstancias que lo evitaron. “Este daño potencial nos enseña dónde están los fallos de nuestro sistema y qué tenemos que solucionar para que no ocurran”.
El ponente recordó a los congresistas que “en nuestras manos está mejorar la seguridad de nuestros pacientes ya que somos los responsables de su seguridad. Para ello, tenemos que analizar nuestra práctica diaria, compartir nuestros errores, analizarlos e implantar las medidas necesarias para que nadie caiga en el mismo error.
Para tomar las mejores decisiones estratégicas y asistenciales y favorecer la eficiencia y la excelencia de los cuidados, con la máxima calidad y seguridad se necesitan todos los datos de cada profesional del equipo y para ello es indispensable el desarrollo conjunto de Cuadros de Mando Integrales, una herramienta de apoyo a la gestión que permite medir el grado de cumplimiento de los objetivos del centro mediante los distintos indicadores establecidos para su medición y que den respuestas a estas necesidades.
Manuel Torres, enfermero asistencial en Atención Primaria del Distrito sanitario Aljarafe Sevilla Norte planteó en su intervención TCE. Cuadros de mando asistenciales. Objetivos de equipo la necesidad de que las organizaciones de trabajo se basen en equipos de trabajo, que incluyan a directivos, mandos intermedios y todos los profesionales asistenciales.
Es fundamental el conocimiento y la participación de los TCE como parte del equipo, en la evaluación de los resultados y el análisis de las desviaciones para poder incorporar mejoras en la práctica clínica diaria que permita garantizar una atención segura y de calidad.
La gestión de la asistencia sanitaria sustentada en el trabajo en equipo, incorporando los Cuadros de Mando Integrales permite centrar las actuaciones en el usuario, incorporando la corresponsabilidad del paciente en la gestión de su proceso de salud, implicando a los profesionales como principales protagonistas de la asistencia sanitaria, garantizando una práctica clínica acorde con el conocimiento científico disponible permitiendo así la posibilidad de evaluar los resultados obtenidos.
Si no es necesario, puede hacer daño
El Ministerio de Sanidad impulsó en 2016 la iniciativa “Compromiso por la calidad” para eliminar aquellas prácticas clínicas que no han demostrado su eficacia, tienen escasa o dudosa efectividad o no son coste-efectivas, según la evidencia disponible, y que en algunos casos podrían suponer un riesgo para la seguridad del paciente. Enmarcada en esta inicativa, SACYL diseñó su plan de acción que ha sido la base del trabajo presentado por Mª Antonia Díaz Díaz y Mª Mar Vilanova Somozar, Técnicos en Cuidados de Enfermería del Complejo Asistencial de Ávila Recomendaciones “no hacer” en Sacyl. Si no es necesario puede hacer daño en el seguimiento de la actuación relacionada con la utilización inadecuada de pañales en pacientes continentes, de los que se hace un uso excesivo e injustificado en el ámbito sanitario.
Las autoras expusieron que “los TCE de la unidad de hospitalización realizan la valoración del paciente al ingreso y diariamente el estado de continencia del paciente. El cambio de pañal que, antes era a la mayoría de los pacientes, se ve reducido paulatinamente desde el inicio de esta intervención confirmando que estas acciones han tenido influencia en indicadores relacionados con la seguridad del paciente como por ejemplo la menor incidencia de úlceras por presión o de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria”
Existen herramientas que ayudan a los profesionales a seguir pautas específicas en las diferentes unidades que permitan verificar aspectos importantes en la seguridad de los pacientes. Así en la UCI del Hospital Universitario de Albacete se lleva a cabo una verificación exhaustiva a través de la Checklist y que expusieron Encarnación Ros Serrano; Ana María Piqueras Carrión; Mª Dolores Saiz Vinuesa y ºCarmen Carrillero López.
La seguridad del paciente es un componente esencial también en la farmacia hospitalaria donde la correcta identificación del paciente es una responsabilidad compartida entre el TCE y otros profesionales de la salud que garantiza que cada paciente reciba el medicamento que le corresponde en la dosis correcta y esto es esencial para evitar problemas de seguridad. Ángeles Montero Carrero y Marta Pérez Sánchez, TCE del Complejo Hospitalario de Cáceres y Hospital Comarcal Mora de Ebro explicaron en su ponencia Atención del TCE en el cuidado y seguridad del paciente. Mi píldora… ¿cómo ha llegado hasta aquí? el papel activo que desempeña el TCE en la vigilancia y detección de posibles efectos adversos de los medicamentos y debe informando al resto del equipo de cualquier reacción inesperada contribuyendo así a la seguridad del paciente.
Los pacientes de salud mental
La Unidad de Media Estancia es un buen punto de partida para poder ayudar a todos los enfermos mentales y darles una oportunidad para poder tener una vida lo más normalizada posible, que aprendan a convivir con su enfermedad y a relacionarse con la sociedad, implementar un seguimiento más estrecho de estos pacientes una vez que salen de la mima para que no vuelvan a recaer y puedan vivir con dignidad.
Mª Paz Medina Jiménez y Lorena Montejo Bailón. TCE del Hospital General Virgen de la Peña de Fuerteventura, explicaron en su intervención El TCE la Unidad de Media Estancia: Prevención y seguridad al paciente psiquiátrico el funcionamiento de estas unidades y la necesidad de poder integrar a los pacientes psiquiátricos crónicos para que aprendan a convivir con su enfermedad y ser capaces de cuidarse llevando una vida independiente.
Para ello es necesario aumentar las Unidades de Media Estancia en los hospitales como un área de rehabilitación mental, las ayudas y seguimientos a domicilio de estos pacientes por un grupo de psiquiatras, psicólogos, enfermeros, TCE, terapeutas y asistentes sociales que trabajen conjuntamente para que estos pacientes tengan una calidad de vida lo más digna posible. Todos los profesionales deben tener la debida formación para poder afrontar los cambios y reacciones de cada uno de estos pacientes, y aprender a gestionar sus altibajos.
Otro proyecto de intervención comunitaria fue presentada por Juan José Tavira Lafuente TCE de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica y Penitenciaria del Parc Sanitari Sant Joan de Déu que planteó una propuesta a través del mundo casteller para crear una red social y de apoyo para cuando la persona inicia su vida en libertad creando vínculos con las agrupaciones castelleras mientras se encuentran ingresados a través de salidas grupales con los pacientes y que esto tenga continuidad cuando vivan en libertad.
Cientos de trabajadores y usuarios del Hospital Universitario de Jerez se han sumado esta mañana a la concentración convocada por la Junta de Personal del centro, de la que forma parte el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), como medida de protesta ante el desmantelamiento que está sufriendo el hospital.
Se están desmontando habitaciones, no se cubren puestos, se cierran espacios y se está reubicando al personal por la falta de contratación. Todo ello va a suponer unos meses de verano complicado para los profesionales sanitarios, que se verán más sobrecargados de lo que ya están, y para los usuarios, que tendrán que asumir largas esperas y retrasos en su atención.
“Desde SAE llevamos meses denunciando la situación de la sanidad y de los centros hospitalarios y asistenciales, y advirtiendo de que este problema se agravaría en los meses estivales, sin embargo, el Servicio Andaluz de Salud no ha llevado a cabo ninguna actuación para solventarlo, poniendo a los profesionales al límite, tanto física como mentalmente, y dejando desamparados a los ciudadanos. La Ley de Riesgos Laborales recoge que los gestores deben velar por el bienestar de los profesionales y garantizar su seguridad y salud, sin embargo, desde hace tiempo, el SAS incumple este derecho de los trabajadores, así como el que tienen los usuarios a recibir una atención adecuada que garantice su salud y su bienestar. Seguiremos concentrándonos y adoptando todas las medidas de presión que consideremos necesarias hasta que la situación se solucione”, explica Cristián Braza, responsable de comunicación de SAE en Andalucía.
La seguridad del paciente es una pieza clave de la atención sanitaria
“Nadie debería recibir un daño mientras recibe atención médica. Y, sin embargo, a nivel mundial, al menos cinco pacientes mueren cada minuto debido a una atención insegura. Necesitamos una cultura de la seguridad que promueva la asociación con los pacientes, aliente a informar y aprender de los errores, y cree un ambiente libre de culpa, donde los trabajadores de la salud estén empoderados y capacitados para reducir los errores". Son las declaraciones del director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus en septiembre de 2019 y que ha recogido en su ponencia ¿Y ahora qué?... secuelas de las negligencias sanitarias en pacientes y sanitarios Raquel Hernández Navarro, TCE del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
La seguridad del paciente es una disciplina de la atención de la salud que tiene como objetivo prevenir y reducir los riesgos, errores y daños que sufren los pacientes durante la prestación de la asistencia sanitaria. Y este es el eje central del XXXIII Congreso Nacional de Técnicos en Cuidados de Enfermería y Técnicos en Emergencias Sanitarias que ha inaugurado hoy la directora general de ordenación profesional del Ministerio de Sanidad, Celia Gómez González, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. y que reúne a más de 500 profesionales de toda España hasta el día 7.
Junto a la responsable ministerial han participado en esta inauguración la directora general de asistencia de la Consejería de Sanidad, Almudena Quintana Morgado, la presidenta del Congreso, M.ª Paz Gallardo y la presidenta de la FAE, Mª Dolores Martínez, quien manifestó que “la seguridad del paciente es uno de los componentes principales de la calidad en la atención sanitaria. El daño que pueda producirse tiene consecuencias para todos: el paciente, los profesionales que le atienden, los servicios, sus familias… por lo que prevenir éste y reducir los riesgos, al mínimo aceptable durante el proceso de la atención, debe ser el objetivo principal de todos los implicados”
Como expuso Raquel Hernández en su intervención, la negligencia sanitaria es un error evitable que, por diferentes motivos, comete un profesional de la salud con un perjuicio que implica no solo secuelas físicas, estéticas o psicológicas sino que puede llegar a haber pérdidas financieras y laborales repercutiendo, incluso, en la familia del propio paciente y en el profesional sanitario.
Los profesionales sanitarios implicados en una negligencia pueden llegar a desarrollar el conocido como síndrome de estrés por mala praxis o negligencia médica. Se estima que alrededor del 75% de los profesionales sanitarios se verán involucrados en un proceso legal por un caso de mala praxis a lo largo de su vida profesional. Hasta la resolución de la sentencia, el 95% de los sanitarios experimentan mucho estrés y padecen ansiedad, sentimientos de culpa, pérdida de autoestima laboral, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular, insomnio, y depresión, que pueden afectar tanto a su trabajo como a su vida personal. Es evidente que esta situación no mejora su habilidad clínica, los hace más propensos a cometer nuevos errores dada su baja autoestima y aparecen pensamientos recurrentes de inseguridad hacia sí mismos
Un aspecto clave para garantizar la seguridad clínica del paciente es su correcta identificación, de manera precisa e inequívoca. Lo contrario puede implicar un diagnóstico erróneo, la administración de medicamentos equivocados o la realización de pruebas e, incluso, intervenciones quirúrgicas innecesarias, que puede suponer un riesgo para su salud.
“Todos los profesionales estamos implicados y debemos identificar, confirmar, comprobar, notificar y corregir todos los fallos detectados lo antes posible”. Así lo plantearon Ana María Pontón Bujan, María Fernández Romero, Mª Inés Pérez Maestre, Haizea Pérez Templado, Técnicos en Cuidados de Enfermería del Hospital Alfredo Espinosa Urduliz de Vizcaya en la exposición de su ponencia Identificación inequívoca del paciente detallando, además las dos acciones concretas que ha desarrollado el Sistema Vasco de Salud-Osakidetza en su Estrategia de Seguridad del Paciente.
Por un lado, se identifica a los pacientes con un brazalete con todos sus datos, que incluye un código QR y un código de barras que contiene la identificación requerida por las distintas aplicaciones y que da acceso a la historia clínica del paciente. Por otro lado, se lleva a cabo la verificación de la identidad de los pacientes en la aplicación informática corporativa.
La labor del TCE es fundamental en la seguridad del paciente e implica, no solo seguir los protocolos establecidos, sino también ofrecer un trato humano y cercano que genere confianza y seguridad en los pacientes, aspectos cruciales para su recuperación donde la flexibilidad y adaptación a las necesidades individuales de cada paciente pueden ser claves para mejorar su bienestar. Así lo han expuesto María Granada Gucema Escote, Silvia Fernández Barrios y María Gregoria Duque Boyero, TCE de la Unidad de Medicina Interna, Hospital San Pedro de Alcántara, Cáceres durante la exposición de su trabajo Seguridad del paciente: un viaje que comienza con el trato humano del TCE que han concluido afirmando que “la rutina diaria se convierte en un pilar fundamental para mantener la salud del paciente, prevenir complicaciones y ofrecerle la mayor comodidad posible. En esta rutina es crucial el papel del TCE, especialmente cuando se trata de un paciente encamado”.
Tratamiento Directamente Observado
La atención segura a los pacientes implica que éstos reciban y tomen los medicamentos de la forma en la que han sido recetados. En ocasiones, es preciso desarrollar una estrategia de acción conocida como Tratamiento Directamente Observado (TDO) especialmente efectivo en determinadas instituciones sanitarias y, sobre todo, en aquellos espacios con los pacientes más vulnerables, las personas con mala adherencia a tratamientos o pacientes psiquiátricos. Su efectividad está demostrada también en aquellos casos en los que la medicación demande ajustes en el momento de ser administrados, en pacientes con deterioro cognitivo, las personas mayores y/o con enfermedades psíquicas y físicas degenerativas, personas con baja educación sanitaria, personas con dificultad de acceso a medios sanitarios, personas con baja red social/familiar, o con ideación suicida, especialmente con aquellos fármacos más tóxicos, o el caso las instituciones penitenciarias y los medicamentos de carácter psicotrópico.
Ane Zubikarai Carazo, TCE en el Hospital Virgen de las Nieves de Vizcaya, presentó un estudio en torno al Tratamiento Directamente Observado en población vulnerable
Los resultados mostraron diferencias significativas entre los grupos sin Tratamiento Directamente Observado o con Tratamiento Directamente Observado y se evidencian tanto que existen minorías vulnerables a las cuales esta práctica pudiera favorecer como que la participación de la figura de los Técnicos en Cuidados de enfermería, previa formación, resulta un eje fundamental para obtener los resultados esperados en materia de seguridad del paciente.
Intervención de los TCE y TES en el cuidado y seguridad del paciente
eje del programa científico
Madrid, 4 de junio de 2024.- Cuidar en el sentido más amplio es atender a la persona y su entorno y apoyarla en el camino para mejorar su salud. En este sentido, la seguridad del paciente es uno de los componentes principales de la calidad en la atención sanitaria. El daño que pueda producirse tiene consecuencias tanto para las personas como para los servicios, por lo que prevenir este y reducir los riesgos al mínimo aceptable durante el proceso de la atención debe ser el objetivo principal de todos los implicados.
Por tanto, el cuidado y la seguridad en el paciente son dos conceptos inseparables y este es el eje central del XXXIII Congreso Nacional de TCE y TES que mañana se inaugura en el Círculo de Bellas Artes de Madrid a las 9:30 y que organizado por la Fundación para la Formación y Avance de la Enfermería (FAE) y el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) congrega a más de 500 profesionales de toda España.
Intervención de los TCE y TES en el cuidado y seguridad del paciente es el tema de esta cita formativa, que será inaugurada por la directora de ordenación profesional del Ministerio de Sanidad, Celia Gómez, la directora general de asistencia de la consejería de Sanidad, Almudena Quintana, la presidenta del Congreso, Mª. Paz Gallardo y la presidenta de FAE, Mª Dolores Martínez.
Los profesionales técnicos tienen un papel protagonista en la seguridad y el cuidado de los pacientes, una tarea compleja en la que se incluyen factores organizativos, profesionales y, por supuesto, aquellos relacionados estrictamente con la enfermedad. Por ello, es necesario contar con estrategias de actuación encaminadas a evitar los problemas que puedan surgir en la práctica clínica y este congreso es el foro idóneo para que los Técnicos adquieran las herramientas que les permitan establecer los procesos adecuados con los que reducir los riesgos de forma constante y sostenible, prevenir la aparición de daños evitables, reducir la probabilidad de causarlos y mitigar sus efectos cuando se producen.
El trabajo de los profesionales técnicos es fundamental en los equipos multidisciplinares de los diferentes ámbitos asistenciales. Sólo así se ofrece la debida calidad asistencial y en las mejores garantías de seguridad como plantea esta edición congresual.
“La organización de este Congreso Nacional se encuadra en el marco formativo de FAE, que desde su nacimiento siempre ha buscado mejorar y actualizar los conocimientos de los profesionales Técnicos Sanitarios, con el objetivo de adaptarse a la realidad sanitaria y asistencial del Sistema Nacional de Salud”, explica la presidenta de FAE y secretaria general de SAE, Mª Dolores Martínez.
Esta edición del Congreso, cuya acreditación está solicitada a la Comisión de Formación Continuada, se extenderá durante tres jornadas. Los cerca de 500 congresistas inscritos tendrán la oportunidad de debatir y trabajar en torno a la treintena de ponencias y más del centenar de póster que integran el programa científico.
Este se estructura en gran parte con los trabajos realizados por los Técnicos Sanitarios cuya labor investigadora no siempre tiene cabida en los congresos científicos. De ahí, la doble valía formativa de los congresos nacionales de la Fundación para la Formación y Avance de la Enfermería en la que tanto los Técnicos en Cuidados de Enfermería como en Emergencias Sanitarias, pueden asistir como ponentes y como asistentes.
Los profesionales Técnicos Sanitarios andaluces han salido de nuevo a las calles de Sevilla y Cádiz para exigir al Servicio Andaluz de Salud que reconozca de forma inmediata la reclasificación profesional de los Técnicos de Grado Medio en el C1 y a los Técnicos de Grado Superior en el B.
Las trabas que continuamente se están poniendo para poner fin a la Disposición Transitoria 3ª del Estatuto Básico del Empleado Público –EBEP- ya son inadmisibles, por ello desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) seguiremos luchando por esta reivindicación, pues actualmente existe un agravio comparativo con el personal funcionario, a quienes sí se les aplica esta clasificación, dejando al personal estatutario en una situación de discriminación inadmisible.
“Llevamos dieciséis años de lucha sin ningún avance significativo en este sentido. Por ello exigimos que se implementen cuanto antes las actuaciones necesarias para que nuestras reivindicaciones avancen, pues una disposición transitoria no puede alargarse en el tiempo. Para ello, es necesario que se valore más el trabajo que desempeñamos en la atención sanitaria y menos el ahorro económico que supone mantener estancados nuestros derechos profesionales porque para que un sistema sanitario mantenga y alcance la calidad asistencial que merecen los usuarios es necesario invertir tanto en recursos materiales como humanos”, explica Cristóbal Arjona, secretario autonómico de SAE en Andalucía.