El Sindicato de Técnicos de Enfermería comunica, a través de notas de prensa o cartas al director, a los medios de comunicación todas aquellas informaciones de interés público y profesional en las que SAE es noticia.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), tras comunicar en repetidas ocasiones a la dirección del centro de salud Valterra los problemas que la falta de un sistema de climatización está generando en el centro, finalmente ha puesto una denuncia en Inspección de Trabajo, pues la inacción para solventar este problema está poniendo en riesgo la seguridad y salud de los profesionales y los pacientes, así como la correcta conservación de medicamentos, como las vacunas.
Estamos ante un problema de salud laboral tipificado en el anexo III del Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo: “en la medida de lo posible, las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deben constituir una fuente de incomodidad o molestia para los trabajadores. A tal efecto, deberán evitarse las temperaturas y las humedades extremas, los cambios bruscos de temperatura, las corrientes de aire molestas…”.
Asimismo, el RD recoge que la temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y 25ºC. Sin embargo, usuarios y profesionales del centro de salud están soportando temperaturas de más de 27º, lo que, desde luego, contraviene claramente la legislación vigente.
Estas temperaturas tan elevadas está provocando un aumento en las neveras donde se conservan las vacunas, que excede los 8ºC, lo que vulnera los parámetros estasblecidos por la normativa DIN 58345, que especifica que la conservación de las vacunas fuera del rango de entre 2ºC y 8ºC puede acarrear la pérdida irreversible de su capacidad inmunizante.
“Es lamentable que las instalaciones del centro no sean las adecuadas en este sentido, por ello desde SAE seguiremos exigiendo que se repare el sistema de climatización para garantizar que los niveles de temperatura se encuentren dentro de lo marcado por la legislación y no supongan un riesgo para la seguridad y la salud de los usuarios y profesionales”, explica Verónica Rodríguez, responsable de SAE en Lanza
El plan de contratación establecido por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para la provincia de Córdoba, cuya deficiencia ya denunciamos desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), ha obligado a tener que cerrar la planta de ginecología del Hospital Materno del Reina Sofía debido a la falta de profesionales durante los meses de verano.
Con la anulación del 80% de las consultas e intervenciones de ginecología, el cierre de la planta ocasionará un retraso de más de tres meses en los tratamientos y revisiones, poniendo en peligro la salud y el bienestar de las usuarias cordobesas, quienes, en algunos casos, pueden encontrarse en una situación delicada y no contar con este tiempo. Asimismo, al cerrar la planta, algunas pacientes serán trasladadas a la unidad de tocología (maternidad), lo que obligará a convivir a usuarias que acaban de ser madres con aquellas que están pasando por un proceso patológico, obligándoles, asimismo, a tener que compartir habitación en situaciones extremas.
Este cierre es sólo una de las consecuencias de un plan vacacional abusivo, que no respeta ni el descanso de los profesionales ni el derecho de los usuarios a tener una atención de calidad todo el año.
“Es inadmisible que el SAS insista año tras año en repetir el mismo problema en lugar de realizar las contrataciones adecuadas para la realidad asistencial de la provincia. Las plantillas deben estar en las ratios establecidas durante todo el año y nada justifica que se queden a la mitad o por debajo de ésta en los meses de verano, pues las patologías y accidentes no entienden de vacaciones. Al cierre de camas de las diferentes unidades, se suma ahora el de un servicio entero, vulnerando el derecho asistencial de las cordobesas y sometiendo a los profesionales a un estrés y ansiedad que ponen en riesgo su integridad física y mental. Desde SAE exigimos que, con urgencia, el SAS adopte las medidas necesarias, que pasan por la contratación de profesionales, para evitar el cierre durante tres meses de la unidad de ginecología. No puede seguir primando el ahorro económico por encima de la asistencia sanitaria”, explica Juan Antonio Moreno, secretario provincial de SAE en Córdoba.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) ha comunicado en varias ocasiones a la Gerencia de la Residencia Domusvi Sant Jordi y a inspección de trabajo las condiciones insalubres en las que se encuentra el centro residencial debido al abandono por parte de sus responsables.
A la falta de sistema de climatización, que obliga a usuarios y profesionales a aguantar temperaturas superiores a los 30 grados en estos meses de verano, se suma la aparición de cucarachas debido a la falta de higiene que existe en el centro.
La dejadez por parte de los responsables está afectando a la seguridad y salud de los reisdentes y los profesionales, lo que contraviene el anexo II del Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo: “ Los lugares de trabajo, incluidos los locales de servicio, y sus respectivos equipos e instalaciones, se limpiarán periódicamente y siempre que sea necesario para mantenerlos en todo momento en condiciones higiénicas adecuadas. A tal fin, las características de los suelos, techos y paredes serán tales que permitan dicha limpieza y mantenimiento. Se eliminarán con rapidez los desperdicios, las manchas de grasa, los residuos de sustancias peligrosas y demás productos residuales que puedan originar accidentes o contaminar el ambiente de trabajo. Los lugares de trabajo y, en particular, sus instalaciones, deberán ser objeto de un mantenimiento periódico, de forma que sus condiciones de funcionamiento satisfagan siempre las especificaciones del proyecto, subsanándose con rapidez las deficiencias que puedan afectar a la seguridad y salud de los trabajadores”
“Esta situación es consecuecia de una falta de interés alarmante por parte de la dirección para mantener el centro en unas condiciones óptimas para los usuarios y los profesionales. Y esta desidia no solo se ve en la falta de higiene, sino en la dejadez a la hora de realizar las contrataciones necesarias para cubrir las ratios de profesionales establecidas, el desinterés por reparar el material dañado, como las grúas empleadas para la movilización de pacientes, o la negligencia cometida al no presentar las cuentas. Desde SAE seguiremos trabajando para que los usuarios y los profesionales tengan unas condiciones residenciales y laborales adecuadas a la legislación vigente. El ahorro económico no puede primar sobre el bienestar y la salud”, explica Cristián Monclús, secretario provincial de SAE en Barcelona.
Cuatro habitaciones de la unidad de paliativos del Hospital General han sido cerradas por las altas temperaturas, en la unidad de convalecencia se están alcanzando los 28º y en la unidad de rehabilitación han colocado un pingüino de aire acondicionado, pero tienen que mantener abierta la ventana para que este sistema pueda expulsar el aire caliente.
Desde luego, la situación no ha mejorado desde que USAE la denunciara la semana pasada, al contrario, el riesgo por altas temperaturas que están padeciendo los pacientes es mayor al estar en una nueva ola de calor, y, además, se está poniendo en riesgo la asistencia sanitaria al tener que cerrar habitaciones por este problema.
El Hospital General, que depende de Son Espases, es el más antiguo de Mallorca, pero hay unos mínimos, conociendo las temperaturas que alcanza la isla, que deberían haberse solucionado antes de la llegada del verano, sin embargo, las direcciones responsables insisten en incumplir el anexo III del Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo: “en la medida de lo posible, las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deben constituir una fuente de incomodidad o molestia para los trabajadores. A tal efecto, deberán evitarse las temperaturas y las humedades extremas…”.
Pero las altas temperaturas no solo están afectando a la atención hospitalaria, sino también a la extrahospitalaria, pues en localidades como Alcudia y Can Picafort, las ambulancias han alcanzado los 50º debido a que las bases no cuentan con techado en los aparcamientos. Una temperatura demasiado elevada, especialmente si recordamos que algunos vehículos no cuentan con aire acondicionado para aclimatar el espacio.
“Desde USAE seguiremos trabajando para mejorar las condiciones en todos aquellos centros en los que se estén alcanzando temperaturas muy superiores a las marcadas por la legislación vigente para el desempeño del trabajo. No vamos a consentir que usuarios y profesionales continúen pagando la desidia de los responsables sanitarios a la hora de solucionar problemas que están poniendo en peligro la atención asistencial”, explica Alejandro Juan Alonso, responsable de USAE en Baleares.
FTPS (SAE-TCAE Aragón) ha denunciado ante la Dirección de la Residencia de Utrillas, perteneciente al Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), ante la Dirección central de Teruel y ante Función Pública el abuso de poder que están sufriendo la plantilla de Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCAE) por parte de la dirección de enfermería de la residencia de Utrillas, al obligarles, bajo amenaza de sanción, a realizar tareas propias de enfermeras sin supervisión o autorización firmada.
Este problema no es nuevo, pues ya en el verano de 2022 fueron las TCAE quienes tuvieron que cubir los puestos de enfermeras que se quedaban descubiertos por vacaciones o turnicidad de verano. Entendemos que un año es tiempo suficiente para haber podido solventar esta situación de falta de enfermeras, sin embargo la dirección de enfermería continúa obligando a las TCAEs a administrar colirios, poner inhaladores, inyectar insulinas… en definitiva, suministrar medicación a los usuarios del centro sin ningún tipo de supervisión o autorización por escrito.
Una situación que estresa y causa ansiedad a las TCAEs, pues les convierte en responsables de ciertas funciones y cuando piden algún tipo de explicación al respecto o exigen que estas actuaciones queden autorizadas por escrito, reciben contestaciones en las que se deja muy claro el abuso de autoridad al que están sometidas: “ya estoy fuera de mi horario y estoy de vacaciones así que no voy a mirar nada, hay que hacerlo porque yo lo mando”. De esta manera las TCAEs no solo deben asumir el trabajo de las enfermeras, sino hacerlo sin ningún tipo de respaldo que les proteja ante cualquier problema.
Además, a esta circunstancia, ya de por sí intolerable, se suma el maltrato verbal y el menosprecio continuo al colectivo, acusándolas, incluso, de no tratar bien a los residentes.
“Humillaciones, malas contestaciones, abuso de autoridad, acusaciones y, por si fuera poco, continuos cambios de turno que, además de no permitirles conciliar su vida laboral y familiar, son un agravio comparativo con respecto a las enfermeras, a quienes sí se les ha aceptado cambiar las carteleras para adaptarlas al horario de verano, pues, según la dirección de enfermería “son un grupo delicado y las tengo que tener contentas”. Es indignante esta forma dictatorial de gestionar el centro residencial de Utrillas, por ello desde FTPS vamos a exigir la dimisión de los responsables y trabajar para que las TCAEs no desempeñen funciones que no les son propias”, explican Empar Torres y Nieves Blasco, responsable de FTPS en Aragón.