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El Sindicato de Técnicos de Enfermería ha puesto hoy en marcha en Baleares una campaña de recogida de firmas entre los profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería por un trato justo.
Este trato justo al que apelan los profesionales y que abandera el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) es el que recibirían si se llevaran a cabo tanto la actualización de las funciones del Técnico en Cuidados de Enfermería como el cómputo como jornada de trabajo del tiempo destinado a transmitir el parte en los cambios de turno, consistente en un periodo de 10 minutos, lo necesario para garantizar la continuidad de los cuidados y la humanización de los mismos.
Para los profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería es una prioridad profesional que se revisen y actualicen las funciones y cuidados que realizan y se habiliten los programas informáticos para registrarlos, dado que muchos centros aún no cuentan con esta posibilidad o no se fomenta debidamente, y permitiría demostrar las funciones que efectivamente realizan.
Las funciones de este estamento profesional vienen marcadas por el Estatuto de Personal Sanitario no facultativo de la Seguridad Social de 1973. A pesar de la evolución formativa, siguen en vigor las funciones de una ley preconstitucional con más de 45 años de antigüedad donde no se recogen las funciones reales que estos profesionales desempeñan, entre ellas, las asistenciales, docentes, administrativas e investigadoras.
Esto supone que no se está optimizando al 100 % a este profesional de la enfermería ya que de hacerse realidad esta actualización y definición de funciones, los TCAE podrían realizar muchas de las que en la actualidad están desempeñando otros profesionales del equipo, lo que redundaría en una redistribución de plantillas que a su vez supondría un importante ahorro económico,
Estas funciones abarcan tanto los cuidados directos visibles e invisibles, siendo estos los que permiten la humanización de los cuidados que damos al paciente, como los indirectos, configurados, entre otros aspectos, por la prolongación de la jornada como consecuencia del tiempo empleado en “dar el parte” (transmisión de la información) a los compañeros que hacen el relevo en el turno de la prestación de cuidados hospitalarios para explicar la situación de cada paciente.
Confiamos en que el éxito y repercusión de esta campaña obligue a las administraciones a poner fin a esta lamentable y absurda situación.
En otro orden de cosas, SAE manifiesta su repulsa tras la agresión sufrida ayer por una doctora del PAC de Son Severa, a quien trasladamos todo nuestro apoyo y solidaridad.
La solución de las urgencias sanitarias de Baleares exige un planteamiento político serio. La prueba de ello es que, cada día, es un hospital diferente en el que se colapsa pero el problema es el mismo en todos ellos: la falta de profesionales TCE que puedan ofrecer una atención digna y ágil de manera que el tiempo en urgencia sea el menor posible y las mejores condiciones.
Los datos de hoy corresponde a Son Llàtzer con un total de 104 pacientes en el área de urgencias, de los que 46 están pendientes de ingreso: 36 pacientes en la sala de espera, 9 en boxes, 2 pacientes semicríticos, 26 en la unidad de cuidados medios y 31 en la unidad de corta estancia.
Para atenderles a todos ellos, la dotación es de 6 de profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería que están llegando a una sobrecarga emocional y un estrés que podría llegar a ser nocivo en un nivel de estrés inasumible.
La mayoría de los profesionales presentan síntomas de desgaste profesional que se traducen en cefaleas, molestias gastrointestinales, insomnio, ansiedad…Todo ello unido a un profundo sentimiento de impotencia al ver que por más esfuerzo e interés que ponen en llevar a cabo su trabajo ven imposible conseguir el objetivo del mismo, que es el bienestar del paciente y ofrecer la mejor calidad asistencial.
Alejandro Juan, responsable de acción sindical del Sindicato de Técnicos de Enfermería en Baleares, manifiesta que “esta situación es insostenible tanto para los pacientes como los profesionales que de seguir así pasarán a ser ellos quienes tengan que ocupar las camas de los servicios de urgencias o acogerse a bajas laborales”
SAE exige de la administración balear una solución urgente y eficaz.
El caos y el estrés fueron ayer la tónica en el servicio de Urgencias del Hospital Son Espases. La saturación que, repetidamente, vive esta unidad es fruto de una alarmante falta de profesionales y de una pésima organización.
La plantilla de ayer de Técnicos en Cuidados de Enfermería era de 10 profesionales para atender 188 pacientes, 81 de las cuales estaban a las 16 horas aún pendiente de ingreso, con un tiempo estimado de espera de 17 horas.
“Esta realidad se aleja bastante de las garantías de salud que debe cumplir un hospital tanto para sus profesionales como para sus usuarios. Y una de las medidas necesarias para acabar con esta situación es el incremento de la plantilla de TCE. De ninguna manera es posible que 10 profesionales puedan atender a 188 pacientes sin sufrir estrés y ansiedad. Desde SAE continuaremos trabajando para que esta situación, cambie y la gerencia deje de poner en peligro la salud de los profesionales y de los usuarios, quienes ven reducido su tiempo de atención debido a la sobrecarga laboral existente. Superponer el ahorro económico a la salud es algo propio de gestores a los que poco les importa el bienestar y la vida de los pacientes y la seguridad laboral de sus profesionales”, explica Francisca Galmes, secretaria autonómica de SAE en Baleares.
Palma, 8 de enero de 2018.- El Sindicato de Técnicos de Enfermería está recibiendo cientos de llamadas de los profesionales afirmando “no poder más y estar desbordados con la situación de hoy” tanto en el Hospital de Son Espases como en Son Llàtzer.
La carta que SAE escribió a los Reyes Magos pedía que dotarán de sentido común, responsabilidad y sobre todo empatía a todos los responsables sanitarios. Lamentablemente ninguna de estas cualidades han recaído en los responsables de las gerencias de estos centros que están permitiendo a día de hoy una situación que hace que la imagen de los hospitales se asemeje más a un hospital de campaña, que a un centro hospitalario que se sitúa entre los 20 mejor valorados de Europa.
Esta posición peligra si se mantiene una gestión basada en la ineptitud y en criterios exclusivamente economicistas en los priman el ahorro por encima del bienestar, tanto del paciente como de los profesionales.
Los datos de hoy hablan por sí solos:
Hospital Son Espases:
Un total de 181 pacientes permanecen en el servicio de Urgencias del Hospital de Son Espases,, 58 de los cuales están ingresados y pendientes de subir a una cama del área de hospitalización pero se desconocen en qué momento será
101 en la zona de boxes atendidos por 1 TCAE
30 en la zona de camillas atendidos por 2 TCAE
36 en la zona de observación a quienes prestan atención 5 TCAE
8 en la unidad 0f atendidos por 1 TCAE
7 en consulta básica bajo el cuidado de 1 TCAE
Previsiblemente hoy se abrirán 12 camas en la zona de Virgen de la Salud pero tampoco se conoce el momento en el que se llevará a cabo.
En el hospital Son Llàtzer la situación no es más halagüeña y en este centro la distribución de los pacientes es la siguiente:
12 pacientes en Boxes
4 en semicríticos
25 Cuidados medios
33 Unidad de corta estancia
59 en sala de espera
42 pacientes ingresados pendientes de subir a planta
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) Francisca Galmés, secretaria autonómica de SAE en Baleares es inadmisible esta situación que es inasumible para los profesionales y para los pacientes. “Contamos con la responsabilidad y buen hacer de los profesionales pero confiamos en que no haya que lamentar ninguna desgracia porque en situaciones como la descrita llega un momento en el que todo es posible”.
Se está negando un puesto de trabajo a profesionales fundamentales
423 profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería han sido excluidos de la Oferta Pública de Empleo del IB Salut por no tener la titulación B1 de catalán, tal y como aparece en el listado provisional publicado hoy en BOIB.
La mayoría de ellos tienen un nivel A2, es decir, un nivel que les permite dominar y entender expresiones relacionadas con temas de relevancia inmediata, participar en el intercambio directo de información, lo que les permite que puedan mantener una conversación en catalán con un paciente que se dirija a ellos en esta lengua.
De los aspirantes que han sido excluidos: 410 pertenecen al turno libre, 10 al de discapacidad y 3 opositores de promoción interna. Estos últimos ya forman parte de la plantilla del IB-Salut en otra categoría diferente, pero aspiran a integrarse en la de Técnicos en Cuidados de Enfermería ya que disponen de la titulación y los conocimientos profesionales necesarios, sin embargo, se les niega esta posibilidad por no tener un nivel determinado de una, de las dos, lenguas cooficiales.
La exigencia de niveles tan altos de conocimiento lingüístico está negando a los usuarios la posibilidad de ser atendidos por profesionales fundamentales.
Daniel Torres vicesecretario autonómico de SAE en Baleares, recuerda que “siempre hemos defendido que el idioma debe ser un mérito y, por supuesto, a mayor nivel de conocimiento mayor puntuación, pero nunca un requisito que niegue la oportunidad de trabajar a profesionales con importantes conocimientos en sus áreas profesionales, en este caso los cuidados fundamentales de enfermería, por no desenvolverse con la misma fluidez que en castellano en todas las conversaciones”.
Por otro lado, comunidades autonómicas con la misma situación lingüística han encontrado fórmulas y alternativas que no son discriminatorias para los profesionales y que permiten a sus servicios sanitarios no renunciar a la llegada de profesionales expertos en distintas áreas de conocimiento.
Desde SAE seguiremos trabajando y reivindicando para conseguir el equilibrio adecuado entre todas las variables que intervienen en esta polémica situación.