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USAE ha conseguido que el municipio de San Juan en Ibiza cuente con una ambulancia durante todo el año con una cobertura de 12 horas diurnas.
Este servicio únicamente funcionaba durante la temporada estival, pero gracias a los estudios presentados por USAE a GSAIB y la implicación del Ayuntamiento de San Juan, que ha facilitado las instalaciones apropiadas para la ubicación del vehículo y los profesionales, hemos conseguido el derecho de los ciudadanos a contar con una prestación de transporte sanitario durante los doce meses del año.
Asimismo, hemos logrado la contratación de dos Técnicos de Emergencias Sanitarias (TES), con una cobertura de 12 horas diurnas de lunes a domingo, para brindar apoyo en los servicios complejos que se prestan en Ibiza, una mejora que ya se había implementado en Mallorca y Menorca.
“De esta manera, diez compañeros mantendrán sus contratos laborales durante todo el año, ampliando la plantilla de forma significativa y propiciando una mayor estabilidad laboral. Por ello, queremos mostrar nuestro agradecimiento a los responsables sanitarios y políticos que se han implicado para que nuestras reivindicaciones y las de los profesionales TES se hayan materializado. Desde USAE seguiremos trabajando para garantizar el cumplimiento de los derechos de los trabajadores y mejorar los servicios sanitarios y socio-sanitarios para todos los ciudadanos”, explica José Manuel Maroto, responsable de USAE en GSAIB.
La falta de profesionales por las pésimas condiciones ha puesto a las residencias gestionadas por la Fundación en una situación alarmante
USAE, junto al resto de sindicatos representados en la Fundación de Atención y Apoyo a la Dependencia y de Promoción de la Autonomía Personal de las Illes Balear, dependiente de la Consellería de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia, lleva meses alertando, tanto a la Gerencia como a la Consellera, de la alarmante situación que se está viviendo en sus residencias debido a la falta de plantilla provocada por las nefastas condiciones retributivas.
La Fundación gestiona centros como el centro ocupacional Sa Riera, residencia y centro de día Son Güells, residencia Son Llebre, residencia Son Tugores y el servicio de curatela y apoyo para personas adultas, en Mallorca. Además, cuenta con los centros Can Raspall, Can Blai y Sa Serra, en Ibiza.
En 2024, 210 profesionales, de los 850 que forman la Relación de Puestos de Trabajo de la Fundación, renunciaron a su puesto en alguno de los centros –una media de 17 renuncias al mes-; en 2025 esta cifra ya se ha disparado, pues a fecha de 30 de junio, el número de renuncias ya ascendía a 173 profesionales -29 de media al mes-.
Si bien es verdad que todas las categorías están afectadas por estas renuncias, la situación es especialmente grave en el caso del personal Técnico Sanitario. La causa principal está en la falta de un acuerdo que mejore las condiciones retributivas adaptándolas a la carga asistencial que tiene la atención socio-sanitaria, con el fin de poder fidelizar profesionales y cubrir los turnos de manera efectiva para evitar la sobrecarga laboral de los trabajadores.
Esta falta de recursos humanos ha generado una merma en la seguridad física y mental de los profesionales en activo hasta llegar a unos niveles de agotamiento que les imposibilita para realizar horas extras o cubrir turnos. El problema generado por la escasez de plantilla es tal que ha llevado a las direcciones de los centros residenciales a impedir a los profesionales realizar las horas de formación a las que tienen derecho, pues se las anulan y les obligan a cubrir turnos de trabajo.
“Un ejemplo de que ningún profesional quiere trabajar en estas residencias está en que en la última oposición convocada quedaron el 20% de las plazas desiertas. Por todo ello, ya hemos informado a la Consellería que el próximo 29 de septiembre celebraremos una
asamblea para valorar si vamos o no a la huelga. Una decisión que dependerá de si nos presenta o no la propuesta con las mejoras laborales que se vienen negociando desde hace varios años para estabilizar las plantillas. Desde USAE adoptaremos las medidas que creamos necesarias para que esta situación se revierta y los usuarios y profesionales cuenten con espacios seguros para la atención socio-sanitaria que merecen nuestros residentes”, explica Alejandro Juan Alonso, responsable de USAE en Baleares.
La falta de profesionales por las pésimas condiciones ha puesto a las residencias gestionadas por la Fundación en una situación alarmante
USAE, junto al resto de sindicatos representados en la Fundación de Atención y Apoyo a la Dependencia y de Promoción de la Autonomía Personal de las Illes Balear, dependiente de la Consellería de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia, lleva meses alertando, tanto a la Gerencia como a la Consellera, de la alarmante situación que se está viviendo en sus residencias debido a la falta de plantilla provocada por las nefastas condiciones retributivas.
En 2024, 210 profesionales, de los 850 que forman la Relación de Puestos de Trabajo de la Fundación, renunciaron a su puesto en alguno de los centros –una media de 17 renuncias al mes-; en 2025 esta cifra ya se ha disparado, pues a fecha de 30 de junio, el número de renuncias ya ascendía a 173 profesionales -29 de media al mes-.
Si bien es verdad que todas las categorías están afectadas por estas renuncias, la situación es especialmente grave en el caso del personal Técnico Sanitario. La causa principal está en la falta de un acuerdo que mejore las condiciones retributivas adaptándolas a la carga asistencial que tiene la atención socio-sanitaria, con el fin de poder fidelizar profesionales y cubrir los turnos de manera efectiva para no elevar la carga asistencial. El cobro, desde mediados de 2024, del complemento de difícil cobertura en los centros de Ibiza no ha mejorado la situación: los profesionales continúan estando al límite y una muestra de ello es que las ofertas de trabajo que se realizan desde el SOIB no se cubren.
Esta falta de recursos humanos ha generado una merma en la seguridad física y mental de los profesionales en activo hasta llegar a unos niveles de agotamiento que les imposibilita para realizar horas extras o cubrir turnos. El problema generado por la escasez de plantilla es tal que ha llevado a las direcciones de los centros residenciales a impedir a los profesionales realizar las horas de formación a las que tienen derecho, pues se las anulan y les obligan a cubrir turnos de trabajo.
“Un ejemplo de que ningún profesional quiere trabajar en estas residencias está en que en la última oposición convocada quedaron el 20% de las plazas desiertas. Por todo ello, ya hemos informado a la Consellería que el próximo 29 de septiembre celebraremos una asamblea para valorar si vamos o no a la huelga. Una decisión que dependerá de si nos presenta o no la propuesta con las mejoras laborales que se vienen negociando desde hace varios años para estabilizar las plantillas. En este sentido, sí quiero recordar a todos los profesionales, particularmente Técnicos en Cuidados de Enfermería y Técnicos en Atención Socio Sanitaria, que estén en búsqueda activa de empleo, que pueden acudir al portal del SOIB”, explica Agustín Peña, delegado de USAE, presidente del Comité de Empresa de la residencia Can Raspalls de Ibiza, y miembro del Comité Intercentros.
Esta situación ya no afecta solo al personal sanitario; en Ibiza, por ejemplo, desde hace meses, las 3 residencias están sin oficiales de mantenimiento y la Fundación tampoco ha habilitado una licitación para contratar una empresa externa.
“Es evidente que están abandonando un servicio que debería ser primordial en una sociedad cada vez más envejecida, dependiente, vulnerable y con una mayor necesidad de cuidados debido al incremento de las patologías crónicas. Desde USAE adoptaremos las medidas que creamos necesarias para que esta situación se revierta y los usuarios y profesionales cuenten con espacios seguros para la atención sociosanitaria”, concluye Agustín Peña.
Los recursos con que cuenta el transporte sanitario en Ibiza se alejan insolentemente de los medios que tienen en Mallorca o Menorca, lo que es un insulto para los ciudadanos y una falta de respeto para los profesionales, que ponen en riesgo su integridad al tener que trabajar bajo temperaturas extremadamente altas mientras buscan soluciones para poder atender de la mejor manera posible a los pacientes.
Así, mientras que en Ibiza los Técnicos en Emergencias Sanitarias (TES) tienen que generar sombra sosteniendo el parasol de un vehículo para poder atender al paciente adecuadamente, en Mallorca o Menorca cuentan con carpas y ventiladores que facilitan la asistencia a los ciudadanos.
“Por ello, desde USAE exigimos, como ya existe en estas islas, la implementación de un vehículo de logística sanitaria de apoyo en los servicios, pues los ciudadanos de Ibiza no son pacientes de segunda clase, tal y como da a entender la Administración al mantener este agravio comparativo entre islas”, explica José Manuel Maroto, delegado de USAE en Baleares.
Esta situación se suma al mal estado en el que se encuentran los vehículos, que están frecuentemente averiados, dejando los recursos bajo mínimos. Una realidad denunciada en varias ocasiones por USAE sin que GSAIB haya aportado una solución para prevenir las consecuencias que tiene para los ciudadanos unas ambulancias deficientes.
“Esperamos que a finales de año podamos contar con las ambulancias nuevas que nos han prometido, pero hasta entonces la situación es de riesgo para los trabajadores y los usuarios”, concluye el delegado de USAE.
La empresa GSAIB está obligando a los profesionales Técnicos en Emergencias Sanitarias a utilizar vehículos de clase A –ambulancias de servicios programados y desplazamientos- como si fueran de clase B o C –ambulancias de Soporte Vital Básico y Avanzado-, con el riesgo que ello conlleva para los usuarios y los profesionales.
Según el RD 836/2012, de 25 de mayo, por el que se establecen las características técnicas, el equipamiento sanitario y la dotación de personal de los vehículos de transporte sanitario por carretera, las ambulancias no asistenciales –clase A1 y A2- “no están acondicionadas para la asistencia sanitaria en ruta”, por lo que su empleo para llevar a cabo servicios de urgencias contraviene la norma legal y pone en peligro la atención al no estar adecuadamente equipadas. Para solventar este problema, se están empleando mochilas asistenciales, pero estos recursos no cuentan con las sujeciones adecuadas, de manera que, ante un frenazo o cualquier incidencia en ruta, pueden golpear a los usuarios y profesionales. A esto hay que añadir un retraso en los servicios programados, lo que, sin duda, afecta a los ciudadanos.
Esta situación se produce porque la flota está envejecida lo que hace que los vehículos estén constantemente averiados, dejando los recursos bajo mínimos. A este problema se une la falta de aire acondicionado, lo que hace que el interior de las ambulancias llegue a alcanzar los 40º, contraviniendo así lo recogido en el en el anexo III del Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo: “en la medida de lo posible, las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deben constituir una fuente de incomodidad o molestia para los trabajadores. A tal efecto, deberán evitarse las temperaturas y las humedades extremas…”.
“Desde USAE llevamos años denunciando el estado de los vehículos sin que GSAIB haya adoptado una solución que previniera esta situación. Esperamos que a finales de año podamos contar con las ambulancias nuevas que nos han prometido, pero hasta entonces la situación es de riesgo para los trabajadores y los usuarios, pues el servicio de urgencias no se está prestando con los recursos legalmente establecidos”, explican los responsables de USAE.