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La consejera de salud considera, no obstante, que la situación es mejor que otros años
Las cifras que le llegan a la consejera de salud, Patricia Gómez, no se corresponden con la situación real de las urgencias. Si no es por esto, es inexplicable que se permita afirmar que “las urgencias esta temporada están mucho mejor que otros años”, tal y como declaró recientemente.
Los datos de las urgencias del Hospital Son Espases de hoy son las siguientes: 31 pacientes en camilla; 31 permanecen en observación; hay 8 pacientes en la Unidad CERO F que se abrió para descongestionar las urgencias pero que ya están por encima de su capacidad. Además, hay dos personas en boxes desde la noche de ayer ocupando un espacio que es para consultas y pruebas pero ni tiene cama ni están en observación y de 61 personas que permanecen ingresados en la urgencia pendiente de subir a la planta de hospitalización, únicamente lo harán 8.
“Es difícil pensar que, aunque algunos días de este año sean un poco mejores que el año pasado, estos datos no merezcan una solución urgente. No hay excusa para mantener esta saturación en las urgencias”, manifiesta la secretaria autonómica del Sindicato de Técnicos de Enfermería Francisca Galmes.
Y todos ellos, claro está, atendidos por el mismo número de profesionales que acumulan una sobrecarga laboral, física y emocional al límite de sus capacidades. Recordamos que en el caso de los Técnicos en Cuidados de Enfermería es de 10 profesionales.
Y recordamos también que ya se pasaron los picos de la gripe invernal, que es un argumento recurrente para los responsables políticos que intentan justificar una situación que en absoluta la tiene.
La saturación de las urgencias no necesita argumentos ni excusas para justificarla. Necesita soluciones y éstas pasan por llevar a cabo las contrataciones de personal adecuadas a la demanda asistencial para que los pacientes puedan ser atendidos en el tiempo y las condiciones que merecen.
420 visitas diarias durante esta semana
124 pacientes permanecían a las 10:00 de la mañana de hoy en las Urgencias del Hospital de Son Espases, 59 de ellos pendientes de ingreso hospitalario, 37 en camillas. Todos atendidos por una plantilla de 10 profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería, que no hay que olvidar es el profesional que realiza los cuidados asistenciales de la enfermería básica y que necesitan todos los pacientes.
Por supuesto, hay camillas en los pasillos y el respeto a la intimidad del paciente queda anulado ante esta situación.
A lo largo de esta semana la media de pacientes atendidos en el servicio de urgencias ha sido de 420.
Los fríos datos solo reflejan una idea de la situación que se está viviendo durante esta semana en el hospital, la sobrecarga laboral de todos los profesionales y la necesidad de implantar una solución de inmediato. Los profesionales están al límite de su capacidad física y emocional desbordados por un problema al que no pueden poner solución,
No obstante, parece que va a ser un día complicado porque no se están dando altas hospitalarias con lo que las personas que están pendientes de ingreso probablemente continúen en esta situación más tiempo
Esta situación en la que, por supuesto, intervienen el temporal que se está viviendo y la virulencia de la gripe, es también consecuencia directa de los recortes sufridos en los años precedentes en los que se cerraron camas durante los veranos, y no todas se abrieron en invierno, y no se han llevado a cabo las contrataciones de personal necesario.
“Los pasillos no es un espacio asistencial y no se puede considerar como tal. Es una situación excepcional y como tal debe ser considerada ya que si normalizamos este hecho se desvirtúa por completo el concepto de calidad asistencial”, afirma Francisca Galmès, secretaria autonómica de SAE en Baleares.
El continuo colapso que, desde hace años, sufre el servicio de Urgencias del Hospital Son Llàtzer, evidencia cómo este centro hospitalario se ha quedado pequeño para atender a una población de referencia cada vez mayor.
Por ello, desde SAE y SATSE hemos exigido a la Consellería de Sanidad la adopción urgente de medidas que garanticen la calidad en la atención al paciente, objetivo que en estos momentos, aunque los profesionales lo intentan, es difícil alcanzar debido a la permanente saturación que existe en las Urgencias del centro hospitalario.
“La dotación insuficiente de camas obliga a que la atención de los pacientes se lleve a cabo en pasillos, donde tienen que permanecer horas e, incluso, días. Una realidad que, en ningún momento, garantiza el derecho de los pacientes a salvaguardar su dignidad e intimidad, pues en esta situación les es imposible, por ejemplo, acceder a un baño en el que poder asearse adecuadamente, o tener una mesa en la que poder comer. Además, la permanencia en el pasillo puede agravar su estado de salud, pues están expuestos a corrientes de aire. A estas carencias hay que añadir el número insuficiente de almohadas o de soportes para el suero. Esta falta de recursos materiales, a la que hay que sumar el insuficiente número de profesionales, está agudizando la presión asistencial a la que están sometidos los profesionales”, han explicado los responsables sindicales de SAE y SATSE en Baleares.
“Esta presión asistencial se ve reflejada en las cifras: tanto ayer como hoy por la mañana en el servicio de Urgencias había 50 pacientes pendientes de ingresar y en el pasillo había 18 pacientes que han sido atendidos por una TCE y dos enfermeras”, han declarado los responsables de SAE y SATSE en Baleares.