Se escucha nuestra voz y avanza nuestra profesión
La Ejecutiva Autonómica de SAE en Castilla y León está compuesta por la Vicesecretaria Autonómica y Vocal de Acción Sindical, Mercedes Barrios Pardal, la Vocal de Finanzas y Vocal de Acción Social y Formación, Margarita Froilán García, la Vocal de Organización y Comunicación, Inmaculada García Brincones, las Vocales de apoyo de Servicios Sociales, Gemma Gutiérrez Castrillo y Rosa Mª García Sánchez, y la Vocal de Apoyo, Irene García Pérez.
Tanto al Colegio de Enfermería de Léon como a la Asociación Española de Enfermería y Salud hay que darles la razón cuando en su Nota de Prensa emitida el 5 de julio, precisan- que sin duda alguna son muchos los profesionales del Sistema Nacional de Sanidad los que intervienen en la finalidad del mismo- pero en lo que no se puede estar de acuerdo es en lo que siguen diciendo que -es innegable que hay dos cuerpos profesionales que son el eje del sistema sanitario: la medicina , cuya función esencial es “curar” y la enfermería, cuya función y naturaleza es “cuidar”, si como se deduce entienden que la enfermería la componen sólo las enfermeras, ya que hay que recordarles que en España la enfermería la integran los enfermeros y los TCAE, que aunque les pese y mucho, realizan el cien por cien de los cuidados básicos.
Tampoco se puede estar de acuerdo en la interpretación que hacen de la Ley de las profesiones sanitarias al afirmar que- ésta deja meridianamente claro que los TCAE no tienen funciones propias, sino aquellas delegadas por la enfermería graduada-, sino que lo que dice la ley es “dentro de un equipo de profesionales, será posible la delegación de actuaciones cuando pueda producirse”. Entendiéndose en nuestro caso que si se delegan es porque a los TCE les avala un ciclo formativo con competencias y autonomía para la gran mayoría de actividades que realiza.
Es más, y sirva de ejemplo de la interesada parcialidad en ésta interpretación como en tantas otras, que la ley habla en todo momento de diplomados, no de “enfermería graduada” según afirman en sus declaraciones. Claro, que hay países en los que no existen los TCAE. No existen porque en algunos modelos, la enfermería nace de la Formación Profesional, no de la Universidad y a través de la realización de cursos de formación junto a la antigüedad se van adquiriendo distintos grados de enfermería. Modelos que en nuestro país nunca podrán copiarse, entre otras cosas, porque ya se encargarán, tanto ese colegio de enfermería como el resto, de abortar cualquier iniciativa de progreso para los hoy TCAE, como viene siendo lo habitual.
Que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Léon haya declarado nulo el famoso acuerdo entre SAE y el Consejero de Sanidad de Castilla y León por la denuncia interpuesta por ese colegio, por el que se crea la figura del Coordinar de TCAE, no significa que sea una sentencia firme ya que está pendiente de ser revisada por el Tribunal Supremo. Pero sí que refleja una vez más, que cualquier avance para este colectivo, supone un problema, que bien podría clasificarse de patológico para los colegios de enfermería. Independientemente de los dimes y diretes, denuncias y réplicas, lo que SAE realmente desea y dedicará todos sus esfuerzos es demostrar a los gestores de la administración sanitaria que si realmente quieren que el dinero público que se les encomienda sea lo más productivo posible, como debe ser, deben hacer una reestructuración de las plantillas de profesionales y fomentar a aquéllos que pueden hacer lo mismo por menor coste económico, le pese a quien le pese, y que en este caso esos profesionales son los TCAE que ya en la práctica vienen realizando funciones que deberían ser avaladas por un ciclo formativo de Grado Superior y que por interés de unos y otros en la actualidad sigue siendo de Grado Medio a diferencia de otros módulos cuya actividad posterior de sus profesionales requieren de menor responsabilidad e importancia.
Finalmente decirle al Colegio de Enfermería de León como a la Asociación Española de Enfermería y Salud que ese absoluto respeto y reconocimiento que dicen tener al colectivo de A.E, debe empezar por referirse a él con la denominación correcta en su comunidad, que no es otra que la de TCAE y segundo, en dejarle avanzar dentro de su ámbito de Técnicos, como en su momento y en la actualidad han hecho con ellos y no se adueñen en exclusiva de lo que dicen el famoso refrán. “Pan para mí que los santos no comen”.
Grande es el disgusto y pataleta que ha cogido el Colegio Profesional de Enfermería de León ante la justa consecución de ciertas reivindicaciones que SAE ha obtenido para el colectivo que representa. Aunque no es de extrañar, ya que de todos es sabido que en el imparable ascenso de los enfermeros hasta el olimpo de los dioses, o dicho más terrenalmente, hasta que no consigan el grupo A1, actúan cual vil apisonadora, sin importarles a quien se llevan por delante.
Eso sí, con la connivencia, apoyo y encumbramiento de la administración y algunos políticos de turno que en vez de mirar por optimizar el dinero público, el de todos los españoles, se dejan llevar por algunos sectores de poder, para mejor gloria de ellos mismos y sus provisionales cargos, a cuenta de que cuanto más les duren, mejor para ellos, aunque sea a costa de las arcas públicas que parece que no son de nadie. Hecho que no ocurre en Castilla y León, y de ahí la pataleta, porque esta comunidad cuenta con un Consejero de Sanidad responsable que se preocupa de gestionar y rentabilizar los recursos humanos, reconociendo la profesionalidad y competencia de los TCE.
Dice el colegio de enfermería que los TCE no tienen funciones, que son todas delegadas, lo que demuestra que no conocen el RD 546/95 que establece la titulación de TCAE y sus competencias. Es más, según este colegio, este título sería el único de toda la F.P que no tiene competencias propias. También dice el colegio que la titulación de Enfermero son 4 años y dos de especialización, afirmación que demuestra muy poca memoria y mucha presunción cuando la realidad es que la mayoría de profesionales, ahora llamados enfermeros, ostentan la titulación de Ayudantes Técnicos Sanitarios ATS- practicantes, eso sí homologada por la gran mayoría, posteriormente a DUE, en un ataque de generosidad de la administración por arte de birli birloque. Y lo que todavía es mucho mejor, por supuesto para ellos, pero no para el paciente ni para los presupuestos de las consejerías de Sanidad que van a tener que pagar más por hacer lo mismo y encima sin actualizar ni ampliar sus conocimientos, esos mismo ATS, en otro nuevo ataque de generosidad de los políticos y también por arte de magia y sin ningún esfuerzo, van a conseguir homologar su título de Diplomatura a Grado Universitario, y por ende su inclusión en el mismo grupo que los médicos que han hecho seis años de carrera y cinco de MIR o especialización.
Afirma el colegio que el Sindicato de Técnicos de Enfermería genera falsas expectativas al desear una profesión, quizás universitaria, para su colectivo y otra vez se equivoca rotundamente. Este sindicato no genera falsas expectativas ni desea una profesión universitaria de enfermería porque ya existe, sino que lo que este sindicato defiende es el sitio que le corresponde dentro de la FP que no es otro que el Grado Superior ya que el colegio debería saber, sobre todo por lo que él mismo dice, que si las funciones de las enfermeras son tan importantes que necesitan de un grado universitario, esas mismas funciones realizadas en la práctica diaria por otro profesional por, según dicen ellos, delegación serán igual de importantes y necesitarán de una formación adecuada, en este caso para los TCE, que son a quien las delegan. Lo que ocurre es que en este sistema nuestro, no importa ni la tan cacareada calidad asistencial, ni el ahorro económico ni la optimización de recursos, porque si importara todo eso de verdad, se fomentaría más a los profesionales de la F.P porque son realmente los que trabajan en hospitalización a pie de cama y con el paciente ya que el profesional universitario está muy ocupado registrando en los programas informáticos lo que han hecho, lo que ha delegado en el TCE y lo que realmente le corresponde a éste, para después demostrar que todo lo hace el enfermero y consecuentemente poder conseguir más puestos de enfermeros en detrimento de los profesionales que realmente realizan el trabajo diario con los pacientes, pues no es un dato nuevo que los hospitales están llenos de ancianos con patologías crónicas que requieren cuidados básicos, es decir, los que imparten los TCE y no tan especializados.
Por otro lado, este colegio no debe saber que tanto los enfermeros, antes ATS-DUE, como los TCE se rigen por las funciones del obsoleto Estatuto del 73, y por supuesto éste no recoge ni la prescripción enfermera ni tantas otras funciones que realizan en base a su titulación, y que han conseguido gracias a suculentas negociaciones que por otro lado, cuando lo consiguen otras categorías, como por ejemplo los TCE en Castilla y León, no solo no les parece bien sino que las critican y las denuncian, como la figura del coordinador y otras cuantos logros más.
Además, decirle al colegio de enfermería, que tengan mucha suerte en su ascenso al olimpo de los dioses de paramédicos y dejen al colectivo de Técnicos de Enfermería en paz en su marcha a pasitos hacia el Grado Superior, porque de lo contrario van a tener un grave problema cuando tengan que explicar a sus compañeros enfermeros que tienen que volver a coger la esponja y palangana para realizar el aseo a los pacientes ,ya que según ellos, los TCE ni tienen autonomía ni competencias, eso sí, en esta función tan básica e importante colaborarán con ellos sus compañeros TCE, pero nunca lo harán sin el enfermero, según marca el Estatuto del 73 tan aludido y tan acorde a los tiempos, que nadie quiere o se atreve a derogar.
Finalmente, SAE se pregunta si esta pataleta es de los enfermeros que día a día comparten su trabajo con los TCE, o bien es la voz de burócratas que de vez en cuando tienen la obligación de hacerse notar para justificar los ingresos que sus colegiados están obligados a pagar.
I JORNADAS DE SAE PARA PROFESIONALES DE SACYL
El Sindicato de Técnicos de Enfermería va a llevar a cabo todas las acciones jurídicas que considere oportunas contra aquellas organizaciones sindicales, como UGT, que está centrando su campaña electoral en desacreditar nuestra labor como defensores de los Técnicos en Cuidados de Enfermería.
Nuestra organización firmó en 2014 un acuerdo con el Consejero de Sanidad por el que se ha implementado en los Hospitales de Castilla y León la figura del Coordinador de TCE, que nos permite estar presentes en los grupos de trabajo, en la elaboración de objetivos o en la planificación de las actuaciones a desarrollar, entre otros.
Sin embargo, UGT, que sólo se acuerda del colectivo de Técnicos en Cuidados de Enfermería 20 días antes de las elecciones sindicales, ningunea nuestros logros y nos acusa de habernos vendido a la Administración por conseguir esta figura y contratos de trabajo, que garantizan la estabilidad en el empleo para el colectivo de TCE, en el Hospital de Salamanca.
Desde SAE nos preguntamos si lo que molesta a UGT es no haber negociado ellos estos logros o que solo nuestra organización consiga mejoras para estos profesionales a quienes ellos están acostumbrados a olvidar y menospreciar.
“No vamos a consentir que se infravalore de este modo nuestra labor en la defensa de los derechos laborales y retributivos de los Técnicos en Cuidados de Enfermería. SAE siempre ha luchado por los TCE y así lo seguiremos haciendo. Si los contratos firmados aún no están incluidos en la plantilla orgánica es porque aún no se ha llevado a cabo la negociación para las plantillas, pero, sin duda, cuando llegue el momento de negociar, esta y otras cuestiones, SAE estará ahí para conseguir los mejores acuerdos para los TCE”, explica Pilar Lozano, Secretaria Provincial de SAE en Salamanca.
El nuevo gerente del Hospital del Bierzo ha llegado a la sanidad leonesa como el brazo ejecutor de la privatización de la Sanidad en Castilla y León, orquestada por la Gerencia Regional de Salud.
Por ello, SAE no le ha dado la bienvenida y ha abandonado el acto de presentación por estar en total desacuerdo con sus argumentos. Y de continuar con sus planteamientos privatizadores, nunca contará con nuestra colaboración y apoyo, pues nuestra Organización siempre, tal y como hemos hecho hasta ahora, va a luchar a ultranza por una sanidad pública.
En este sentido, SAE tampoco comparte la idea del nuevo gerente de que el centro hospitalario no precisa de más personal, cuando la realidad asistencial demuestra diariamente que las plantillas son insuficientes. Esta afirmación es propia de un gestor que lo único que busca es el beneficio económico, cuando lo que realmente debe primar en el sector sanitario son unas prestaciones sociales y asistenciales adecuadas a la población.
“Es evidente que con medidas encaminadas a privatizar y llenar las arcas nunca se va a alcanzar una adecuada calidad y eficiencia asistencial, ni para los trabajadores ni para los pacientes. Por ello, desde SAE esperamos que el gerente cambie de actitud, y en lugar de implantar medidas privatizadoras, ponga en marcha medidas que garanticen la calidad asistencial que los usuarios merecen. Solo si se produce este cambio de actitud, SAE colaborará con el nuevo gerente" ha explicado Mª Pilar Castro, Secretaria Proivncial de SAE en León.