El Sindicato de Técnicos de Enfermería comunica, a través de notas de prensa o cartas al director, a los medios de comunicación todas aquellas informaciones de interés público y profesional en las que SAE es noticia.
El número de casos positivos por Covid-19 que se conoce cada vez es mayor gracias al incremento de pruebas PCR en las clínicas privadas y a los cribados que se están llevando a cabo en la sanidad pública. Sin embargo, las medidas de protección tienden a desaparecer en las clínicas privadas, donde los pacientes pasan por diferentes mostradores, incluso por la cafetería, hasta que les dan los resultados de su PCR, que puede ser negativa o positiva, lo que hace posible en este caso la contaminación de diferentes zonas del centro y el contagio de otros usuarios o profesionales.
Asimismo, en la sanidad pública, la falta de recursos económicos, nos enfrenta al peligro que supone la escasez de pruebas, de manera que si un profesional da positivo en una primera PCR y los síntomas van desapareciendo hasta convertirle en asintomático, en siete días, sin una segunda PCR, debe incorporarse a su puesto de trabajo, poniendo en riesgo a sus compañeros y pacientes.
“El número de bajas por Covid entre el personal sanitario no deja de crecer, mermando las ya de por sí insuficientes plantillas, además tenemos que aguantar acusaciones sobre nuestra implicación en los contagios, cuando muchas consejerías no están realizando las PCR necesarias a los profesionales, ni siquiera tras comunicar un contacto directo con un positivo. Los profesionales sanitarios estamos cansados física y mentalmente y observamos diariamente un descontrol manifiesto en múltiples actuaciones, tanto dentro del ámbito sanitario, como fuera. Por ello, desde SAE exigimos a los responsables sanitarios del Gobierno y a los consejeros autonómicos que propicien actuaciones y protocolos que permitan controlar de manera efectiva y eficaz el virus y su transmisión. La irresponsabilidad por parte de algunos gestores sanitarios así como aquellas que observamos entre algunos ciudadanos, está minando nuestra motivación y nos desespera. Todos debemos comprometernos con la salud y la única manera de hacerlo es invirtiendo en los procesos necesarios para controlar la propagación de la Covid-19 y estableciendo las actuaciones necesarias para cuidar a los profesionales”, explica Isabel Lozano, secretaria de comunicación de SAE.
Ante las propuestas que están surgiendo en diferentes Comunidades Autónomas para que los profesionales sanitarios, voluntariamente, renuncien a sus vacaciones en septiembre, queremos manifestar nuestra inquietud y malestar, pues, tras todo lo vivido durante los meses más duros de pandemia y el continuo aumento de rebrotes en nuestro país, los profesionales sanitarios están agotados física y psicológicamente, por lo que es incuestionable la necesidad que tienen de disfrutar de unos días de descanso para mejorar su salud y bienestar.
El director gerente del Servicio Aragonés de Salud ha elaborado una instrucción para modificar el calendario vacacional a todo el personal cuando las necesidades del servicio lo justifiquen, los directores de varios hospitales de Cataluña han pedido a su personal que suspenda sus vacaciones si las tienen después del 15 de septiembre, y en Madrid, donde el déficit de profesionales es incuestionable, ya está negociándose la petición de voluntariedad de aplazar los periodos de descanso a partir de septiembre.
“La fatiga, el estrés, la ansiedad, la incertidumbre…han sido constantes durante estos cinco meses, en los que, a pesar del cansancio y agotamiento, los profesionales sanitarios han demostrado un compromiso y responsabilidad intachables. Sin embargo, todo apunta a que, si no acceden voluntariamente a renunciar a sus vacaciones en septiembre, lo tendrán que hacer a base de instrucción y decreto, lo que claramente vulnera su derecho al descanso. Durante estos meses, las administraciones han antepuesto el ahorro económico a la seguridad de los profesionales y, por lo tanto, a la de los usuarios, y parece que así va a continuar siendo, pues prefieren agotar a los profesionales de plantilla en lugar de realizar nuevas contrataciones. Desde SAE emprenderemos todas las medidas legales que consideremos oportunas si las diferentes administraciones sanitarias no dan marcha atrás, pues el agotamiento físico y mental que tienen los profesionales puede llevarles a cometer involuntariamente errores de los que, por supuesto, no serán responsables ellos, si no la administración”, explica Mª Dolores Martínez, secretaria general de SAE.
Tras finalizar el estado de alarma, desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería hemos señalado en numerosas ocasiones la necesidad de gratificar a los profesionales sanitarios con una dotación de personal adecuada, salarios dignos y recursos materiales apropiados y suficientes. Si bien se agradecen los reconocimientos y homenajes oficiales, hacer frente a esta pandemia requiere de compromisos serios e íntegros con la Sanidad y sus profesionales y no sólo de buenas palabras.
Sin embargo, el anuncio realizado por el Govern en la última Mesa de Negociación de los Empleados Públicos -celebrada en agosto, un mes inhábil para la Administración-, ha puesto de manifiesto, una vez más, la falta de dignidad y responsabilidad de nuestros políticos al anunciar, sin ningún tipo de negociación previa, un recorte salarial a los funcionarios; de esta manera, se aplicará el 2% de subida en las retribuciones básicas, pero bajará en el mismo porcentaje los complementos autonómicos, dejando así sin efecto una subida real.
A este nuevo varapalo económico a los profesionales sanitarios se suman la bajada de salario que sufrieron en la anterior crisis y que aún no han recuperado, la pérdida de la jornada de 35 horas, que sigue sin restablecerse, y el parón de los procesos de carrera profesional, ya que aún estamos pendientes de la sentencia de la denuncia que se interpuso en el anterior proceso y de que se abran nuevas convocatorias –pendientes 2018, 2019 y 2020- para reconocer económicamente a los profesionales el cumplimiento de objetivos e ítems, lo que conlleva una formación, a cargo del trabajador, para mantener unos conocimientos actualizados y conseguir esos objetivos de obligado cumplimiento.
Este desprecio por parte de los políticos contrasta con la responsabilidad de los profesionales, que no ha mermado en ningún momento, especialmente durante las últimas semanas en las que el estrés y el agotamiento generados por la saturación de las urgencias en Son Espases y Son Llátzer, o la ansiedad de ponerse y quitarse los EPIS para atender adecuadamente a todos los pacientes en las plantas Covid que no son exclusivas, han sido la tónica.
“Una y otra vez somos los profesionales sanitarios quienes pagamos las crisis sanitarias: recibimos aplausos y homenajes, pero no reconocimientos reales. Siempre estamos en primera línea, pero siempre somos los primeros perjudicados, por ello desde SAE exigimos medidas efectivas que nos permitan frenar la pandemia y reconocimientos que nos dignifiquen como profesionales sin sentirnos indignados constantemente por los responsables políticos. Somos conscientes de la realidad social actual, pero no siempre se pueden solucionar los problemas a costa del salario de los funcionarios. Es una decisión injusta e inmerecida, por lo que esperamos que el Govern recapacite y cambie su decisión, ya que en Baleares, a diferencia de otras comunidades, aún no hemos recibido ningún tipo de gratificación, al contrario, nos quitan lo que nos corresponde. En caso contrario, tomaremos las medidas que consideremos oportunas”, explica Daniel Torres, responsable de SAE en Baleares.
La saturación que desde hace días existe en el servicio de urgencias del Hospital Universitario Son Llátzer, donde hoy hay 39 pacientes pendientes de ingreso, ha llevado al Sindicato de Técnicos de Enfermería a remitir varios escritos a la Directora de Enfermería del hospital solicitando un refuerzo –en los tres turnos- de Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) para la zona de críticos respiratorios, pues la actual plantilla -dos enfermeras y un TCE- es insuficiente para atender adecuadamente las ocho camas que conforman esta zona, obligando a los profesionales a tener que priorizar la atención entre quienes están en situación de mayor gravedad.
“Esta falta de TCE se repite en varias unidades del hospital, como cuidados intensivos, traumatología, paritorios, cirugía, etc., y desde SAE llevamos años denunciándolo y solicitando un aumento de plantilla para acabar con la sobrecarga laboral existente, sin embargo la Dirección de Enfermería hace caso omiso a nuestra reivindicación y, mientras se incrementa el número de enfermeras, las plantillas de TCE continúan igual que hace años, a pesar del innegable aumento del número de pacientes. El trabajo del equipo de enfermería –enfermera y TCE-, como estamos demostrando diariamente, es fundamental para conseguir la excelencia en los cuidados del paciente, sin embargo mientras uno de los colectivos que lo conforma ha visto cumplidas sus expectativas, los TCE continuamos con los mismos profesionales que hace años, lo que es indignante, pues los TCE atendemos a un número de pacientes superior que el asignado a los enfermeros. Esperamos que esta situación, justificada por varios informes de evaluación de riesgos, se resuelva lo antes posible, pues los profesionales TCE están al límite”, explica María Bustamante, responsable de SAE en el sector Mitjorn.
Por otro lado, desde SAE queremos denunciar la pésima gestión que la Dirección del Hospital está llevando a cabo con el control de la Covid entre los profesionales sanitarios. Durante una semana, salud laboral se ha negado a realizar la prueba a una compañera Técnico en Cuidados de Enfermería que estuvo trabajando de manera estrecha durante un turno de siete horas con una enfermera que dio positivo un par de días después.
“Hasta que nuestra compañera, además paciente de riesgo, no empezó a tener los primeros síntomas, desde salud laboral no le realizaron la PCR, que resultó ser positiva, solo le indicaron que no era necesario que realizara comunicado de riesgos y que tampoco tenía que hacer aislamiento, que bastaba con tomarse la temperatura un par de veces al día. Nuestra compañera TCE cambió varios turnos para evitar ir a trabajar y poder permanecer en su casa sin poner en riesgo a pacientes y compañeros. Esta responsabilidad individual es un ejemplo de compromiso y sensatez, algo de lo que no pueden presumir ni la Dirección del hospital ni los responsables de salud laboral. La pandemia la debemos frenar entre todos y la responsabilidad de salud laboral es cuidar de los profesionales para que éstos puedan realizar su trabajo. Esperamos que este tipo de situaciones no vuelvan a repetirse y que a todos los profesionales que comuniquen una situación de contacto con un positivo se les realice las pruebas pertinentes, evitando así posibles contagios”, concluye María Bustamante.
2020, Año Internacional del Equipo de Enfermería
La 72ª Asamblea Mundial de la Salud ha designado 2020 como Año Internacional del Equipo de Enfermería y desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) queremos aprovechar este reconocimiento al trabajo del equipo de enfermería, del que forman parte los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE), dando a conocer sus competencias profesionales, que no solo se limitan a la atención directa al paciente.
En la farmacia y en el almacén de material fungible de las unidades de hospitalización o de atención primaria, los TCE juegan un papel fundamental en la recepción, registro y control de los medicamentos y materiales. En el caso del almacén de fungible, se realiza la supervisión del material sanitario de un solo uso para que, una vez utilizado, sea correctamente desechado, garantizado la higiene y seguridad en las técnicas realizadas al paciente. El TCE también es el responsable de controlar su estocaje, garantizando que siempre exista remanente en el almacén, tanto del material empleado para atender al paciente como de aquel imprescindible para garantizar la protección del profesional, con el objetivo de que no quede una técnica sin realizar por falta de material.
En el caso de la medicación y los sueros, se acondicionan en el lugar indicado para cada uno, de manera que de forma rápida y eficaz estén disponibles para su uso, y se almacenan según sus características –en nevera, en oscuridad…- para que no pierdan sus propiedades.
“Dentro de los cuidados invisibles que los TCE procuramos al paciente para garantizar su bienestar, es fundamental contar con todo el material adecuado para poder atenderle de forma eficaz y segura en cualquier situación. Nuestro trabajo es imprescindible dentro del equipo de enfermería y, dentro de nuestras funciones, está garantizar que el material que se precisa en cada técnica asistencial esté preparado adecuadamente para conseguir mejorar la salud del usuario”, manifiesta Daniel Torres, secretario de Acción Social de SAE.