Tu eres la razón de nuestro trabajo, sin unión no hay colectivo
La dirección enfermería del Hospital Universitario Reina Sofía no tiene en cuenta las necesidades de sus profesionales a pesar de ser una prioridad para poder mantener la calidad asistencial en el centro
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) ha exigido a la dirección en varias ocasiones que se lleve a cabo una política de contrataciones adecuada y eficaz de manera que se sustituya a todos los profesionales ausentes. En el servicio de urgencias hay actualmente 9 bajas por enfermedad, 2 profesionales con reducción de jornada (este tramo horario no se cubre). No obstante, la situación es similar en otras unidades, como en salud mental donde son 7 las bajas por enfermedad y el mismo número de compañeros con reducción horaria.
Estas deficiencias de profesionales provoca, inevitablemente, una reducción en la calidad asistencial que los usuarios cordobeses no tienen por qué asumir dado que son atendidos por un número menor de profesionales de los que le corresponde y además sobrecargados emocionalmente por el exceso de trabajo que la falta de profesionales.
A esta situación se añade la situación de la cuarta planta de maternidad donde se llevó a cabo una nueva distribución de los pacientes y una reducción de Técnicos en Cuidados de Enfermería que ha supuesto una sobrecarga inasumible para estos profesionales. Además de atender a 20 mujeres puérperas con sus respectivos recién nacidos, en ocasiones la atención al recién nacido es exclusiva si su madre por motivos concretos no está en la misma planta que el bebé. En este caso son los TCE quienes se dedican a su cuidado en una habitación separada del resto, pero no pueden continuar con las funciones propias de la planta durante el tiempo que permanezca allí dicho recién nacido.
“Esta reorganización se llevó a cabo hace un mes y la sobrecarga de trabajo de los TCE no ha disminuido lo más mínimo lo que está provocando, incluso, preocupación entre los profesionales ante la posibilidad de cometer un error. Y así se lo han comunicado a la dirección del centro, sin que haya tomado medidas al respecto contratando a más profesionales” afirma Charo López Fernández, secretaria provincial de SAE en Córdoba.
“Es urgente que se lleve a cabo un estudio real de las necesidades de plantilla en el centro y se lleven a cabo las contrataciones necesarias para poder prestar una atención sanitaria digna y de calidad”, finaliza la secretaria provincial de SAE.
La falta de contrataciones para cubrir las sustituciones de profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería en situación de baja, o ausencias justificadas, son una constante en todos los centros sanitarios y mientras desde los departamentos administrativos implicados no se toman medidas, los profesionales y los usuarios padecen las lamentables consecuencias de esta dramática falta de personal.
Dramática es la definición para la falta de Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) del Centro de Especialidades San José Obrero, conocido como Barbarela, donde un TCE desempeña sus funciones en dos consultas de forma simultánea.
¿Cómo se puede calificar que un TCE tenga que estar en dos consultas de traumatología donde se llegan a citar a 122 en un solo día? A estos además hay que añadir los pacientes que son derivados desde otros servicios sanitarios sin tener la cita previa. Por otro lado, no se trata de hechos puntuales sino de la realidad diaria en el centro Barbarela.
“La situación es insostenible tanto para el usuario como para los profesionales. Es incomprensible que si la dirección de enfermería lleva a cabo la petición de contrataciones debidamente fundamentada y acorde a las necesidades reales de plantilla desde servicios centrales no se autoricen y no se puedan llevar a cabo las sustituciones necesarias”, afirma Miguel Ángel Guerrero Díaz, secretario de comunicación y organización de Málaga.
Es evidente que desde SAE no apuntamos en qué medida es responsable de esta realidad cada uno de estos departamentos administrativos. Lo que denunciamos es la dramática situación que viven en el centro tanto los usuarios, que ven mermada la calidad asistencial a diario, como los profesionales que están al límite de su capacidad física y emocional.
Las medidas aportadas desde la dirección del centro son parches pero no soluciones dado que procede a cambiar el destino de algunos profesionales que ya estaban programados para ubicarles en otro haciendo auténticos rompecabezas para que parezca que la situación está controlada pero nada más lejos de la realidad.
Por este motivo, desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería nos vemos en la obligación de demandar a Servicios Centrales que lleven a cabo las contrataciones solicitadas por la dirección del centro y a ésta que exija las sustituciones que son necesarias y acordes a las necesidades sociales actuales: si la población ha aumentado en los últimos años debe ser éste el parámetro utilizado para actualizar las plantillas.
La lacra de las agresiones a profesionales sanitarios ha sumado esta noche una nueva víctima en el hospital de la Línea de la Concepción. En esta ocasión ha sido un Técnico en Cuidados de Enfermería el que ha sido agredido por un paciente en el servicio de urgencias.
El agresor había mostrado previamente una actitud violenta y agresiva y decidieron apartarle en una zona aislada sin informar al resto de profesionales de este hecho. Cuando la TCE entró allí para ver qué necesitaba, la respuesta fue una brutal paliza.
El relato de este hecho en concreto no es lo importante ni significativo. En esta ocasión, se ha desarrollado así y en otras ocasiones de otra manera. Lo realmente importante es el denominador común: el aumento de agresiones a los profesionales sanitarios y la falta de un plan adecuado para evitarlas y luchar contra ellas.
“Es inadmisible que los profesionales sanitarios estemos expuestos a este riesgo, absolutamente evitable, y que nada tiene que ver con los riesgos profesionales relacionados con el ejercicio de la profesión que cada uno de nosotros asumimos. Pero acudir a tu puesto de trabajo con miedo a sufrir una agresión porque alguien espera más de la cuenta o no está conforme con el diagnóstico no es lógico, ni asumible para nadie”, afirma Cristóbal Arjona, secretario autonómico del Sindicato de Técnicos de Enfermería en Andalucía.
Los profesionales del centro han celebrado una concentración esta mañana a las puertas del hospital para manifestar su repulsa por este hecho y el apoyo a esta compañera. Pero la solución está en activar un protocolo contra las agresiones realmente eficaz y desde SAE llevamos años insistiendo para que se ponga en marcha cuanto antes.
Así mismo, SAE exige al Servicio Andaluz de Salud que se depuren responsabilidades si las hubiera, ya que como se ha comprobado ante individuos agresivos no basta con aislarlos, sin más, del resto de pacientes.
Ante las declaraciones de responsables de SAE en las que manifiestan dentro de un contexto reivindicativo que los TCE “llevan a cabo todas las tareas que no implican aguja”, el Sindicato de Enfermeros SATSE ataca con “advertencias” de intrusismo penado con cárcel. Advertencia que resulta cuanto menos chocante y amenazadora debido a que en el mismo contexto se especifica que se “hacen muchas más cosas complementarias a Enfermería”. Y es que lo que realmente fastidia a los enfermeros es que públicamente manifestemos que hacemos más de lo que se recoge en las funciones de un Estatuto del año 73 ya derogado, excepto el articulado referente a las funciones, tan antiguo que incluso es anterior al R.D. que instaura la titulación de la Formación Profesional y también más de lo que nos reconocen y nos dejan registrar.
No obstante, las actividades o funciones que hacen los Técnicos en Cuidados de Enfermería en los centros sanitarios es todo aquello que está estipulado en los protocolos realizados por las direcciones de enfermería y por lo que “delegan” los enfermeros en ellos, por tanto si de ello se desprendiere intrusismo, quien debería tener pena de cárcel son los que incitan al delito de intrusismo.
Es este un conflicto latente y cada vez más acentuado entre los enfermeros y los Técnicos en Cuidados de Enfermería que se recrudece cada vez que SAE reivindica la actualización de las funciones para adecuarlas a la formación recibida, con el fin de ayudar a optimizar recursos a las Consejerías y beneficiar al paciente ,a lo que se oponen rotundamente haciendo lo imposible por impedirlo al igual que se oponen a cualquier acto que suponga un avance para el colectivo, hecho que puede demostrarse con las denuncias judiciales interpuestas en las distintas comunidades autónomas.
También aclarar al SATSE que el que los profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería públicamente den a conocer sus actividades diarias no supone ningún ataque a las enfermeras, sino que demuestra una vez más que no están dispuestos a consentir ni que este colectivo avance ni que por parte de nadie se reconozca mínimamente la dureza y penosidad que supone la realización del trabajo que realizan.
Para acabar lo que sí piden los TCE al SATSE y a los enfermeros es que tengan ese mismo celo profesional de “intrusismo” en apoyo para este mismo colectivo componente del Equipo de Enfermería, cuando las enfermeras o supervisoras de enfermería o de las mismas direcciones de enfermería obligan a estos profesionales de la rama sanitaria de la Formación Profesional a realizar tareas que corresponden a otro personal como el de limpieza, celador, mantenimiento etc… porque eso sí que es incitar y obligar a practicar delito de intrusismo.
- El maltrato sanitario a los onubenses es constante
- Hace un año se firmó un documento que no avanza en los puntos acordados y no se pide la ejecución de sentencia que revertía la fusión sanitaria.
La sanidad de Huelva no merece ni puede permitirse por más tiempo el maltrato al que está siendo sometida por el Servicio Andaluz de Salud ante la pasividad de los sindicatos de la Mesa Sectorial.
La sanidad de Huelva no merece ni puede permitirse por más tiempo el maltrato al que está siendo sometida por el Servicio Andaluz de Salud ante la pasividad de los sindicatos de la Mesa Sectorial.
Todos parecen olvidar que hay una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que invalidó la fusión hospitalaria y un acuerdo firmado para plantear las bases para revertir la fusión. Un año después ni el acuerdo tiene ningún efecto ni el sindicato promotor pide ejecución de la sentencia.
“Gestionar la sanidad desde los despachos a golpe de bolígrafo con el que firmar acuerdos que después no se cumplen está llevando a la sanidad onubense a una situación insostenible. El pasado año el Servicio Andaluz de Salud firmó un acuerdo en el que se comprometía a construir un hospital materno infantil, aumentar la cartera de servicios y convertir el hospital Juan Ramón Jiménez en un centro de nivel 1. Han guardado el bolígrafo y el acuerdo porque ninguno de los puntos acordados han avanzado un ápice con la pasividad de los sindicatos firmantes”, resume la Vicesecretaria y vocal de Acción Sindical, Manuela Valle Contreras.
A esta parálisis se suman las consecuencias del cierre del Hospital Blanca Paloma con el que se perderán 200 camas de hospitalización, el cierre de dos quirófanos, consultas externas y cuidados paliativos y la pérdida de muchos puestos de trabajo, devaluando aún más la deficitaria situación de la sanidad en la provincia.
“Desde los despachos tampoco se vive la angustia de los profesionales ante hechos lamentables como la falta de anestesistas para atender a un joven que requiere una intervención urgente, la falta de neurólogos y un sinfín de deficiencias cuyas víctimas son los pacientes y los profesionales sanitarios que padecen las consecuencias de este despropósitos” afirma Manuela Valle Contreras.
“Los pacientes y profesionales consideran, pasados todos estos meses, que la reversión de la fusión forma parte de un engaño orquestado. No tienen todavía la respuesta de si en este participan los sindicatos de la Mesa Sectorial o ellos también han sido engañados, hace un año cuando firmaron el acuerdo y ahora que no se está cumpliendo”, finaliza Manuela Valle Contreras.