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El Sindicato de Técnicos de Enfermería está llevando a cabo concentraciones todos los miércoles en las puertas de los centros hospitalarios para reivindicar la supresión de la Disposición Transitoria Tercera del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP), que mantiene paralizada la aplicación del artículo 76 de dicho Estatuto y, por lo tanto, el reconocimiento de la clasificación profesional de los técnicos sanitarios, que deberían estar encuadrados en el grupo C1, los Técnicos Medios, y en el B, los Técnicos Superiores.
El propio EBEP recoge en su exposición de motivos la importancia y necesidad de un proceso de reforma que debe “…adaptar la articulación y la gestión del empleo público en España a las necesidades de nuestro tiempo, en línea con las reformas que se vienen emprendiendo últimamente en los demás países de la Unión Europea…”, dejando constancia de cómo, en lo que se refiere a los funcionarios, “…se hace preciso modificar su clasificación actual, teniendo en cuenta la evolución que ha experimentado en los últimos años nuestros sistema educativo…”.
Sin embargo, estas premisas no son suficientes para derogar, después de más de 10 años de vigencia, la Disposición Transitoria Tercera. De hecho, las partes interesadas en no llevar a cabo esta derogación, continúan argumentando que este sistema transitorio responde a la incorporación de España al espacio europeo de educación superior, lo que conlleva esta clasificación transitoria hasta que se generalice la implantación de las nuevas titulaciones; un argumento incoherente, si tenemos en cuenta que a los grupos de profesionales técnicos no les afectan estos cambios y que la implantación de estos nuevos títulos universitarios finalizó en 2010.
“Desde 2007 SAE no ha dejado de trabajar para conseguir derogar esta disposición, contando con el apoyo de diferentes dirigentes ministeriales, consejerías de sanidad… y, desde luego, no vamos a dejar de luchar, pues es inadmisible que continúen jugando con nuestro trabajo y nuestra formación. En este sentido, otra de nuestras reivindicaciones es la actualización de las funciones del colectivo que continúan rigiéndose por las establecidas en 1973. La falta de respecto a la formación y al trabajo real que los TCE desempeñamos en la atención sanitaria es alarmante y por ello desde SAE continuaremos luchando, como hasta ahora, para que se reconozcan los derechos de nuestro colectivo”, explica Isabel Lozano, Secretaria de Organización y Comunicación de SAE.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) estudia las acciones legales ante la inacción de la Consellería de Sanidad en relación con el contrato de limpieza suscrito con una empresa adjudicataria y que está incumpliendo varios puntos del convenio firmado.
SAE ha informado a la Consellería de Sanidad de las irregularidades que se están produciendo en los distintos hospitales de la Comunidad Valenciana con la empresa de limpieza y de las posibles repercusiones para los usuarios de la Sanidad Pública.
Sorprendentemente la respuesta a varios escritos y diferentes reclamaciones, ha sido que la Consellería ha delegado funciones de limpieza en el personal Técnico en Cuidados de Enfermería.
El hecho de que un profesional sanitario sea obligado a manipular residuos y basuras y luego atienda a los pacientes supone un importante riesgo de infecciones nosocomiales para el usuario, avalado por los estudios epidemiológicos que parece no tener en consideración la Consellería.
Lo evidente es que se está poniendo en riesgo la salud de los usuarios al no cumplirse los acuerdos pactados con las empresas contratadas y suscritos en el pliego de condiciones de limpieza, y que estas deficiencias representan un perjuicio para todos los ciudadanos valencianos.
Por otro lado, es inadmisible que una empresa a la que se ha contratado para dar un servicio lo incumpla, mientras se exige al personal estatutario que realice este servicio, rebajando el tiempo destinado a la atención y cuidado del paciente y empobreciendo la calidad asistencial.
Las empresas adjudicatarias deben contar con el personal suficiente para llevar a cabo las funciones acordadas en el convenio y hacerlo en óptimas condiciones. Es inadmisible que la falta de trabajadores en esta empresa, externa y ajena a la Consellería repercuta por un lado, en los Técnicos en Cuidados de Enfermería a quienes se les ha obligado a realizar funciones de limpieza y por otro, al usuario que ve reducido el tiempo que los TCE dedican a su asistencia en tareas fundamentales para su recuperación como son el aseo, la higiene o la alimentación.
La función del Técnico en Cuidados de Enfermería es cumplir con el cuidado terapéutico del paciente, y compensar la incapacidad del mismo, proporcionándole el apoyo y cuidados básicos para su recuperación, como su aseo e higiene, alimentación, vigilancia de las heridas, etc., pero en ningún momento una función del Técnico puede ser realizar tareas de limpieza.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería quiere denunciar públicamente las peligrosas condiciones en las que están desarrollando su trabajo los Técnicos en Cuidados de Enfermería del almacén del Centro de Salud de Benimaclet.
Esta pésima situación viene originada porque las instalaciones del aire acondicionado, que exponen a los profesionales TCE a un ruido continuo insoportable y a la inhalación del polvo tóxico que emiten. Asimismo, durante los meses de verano estas instalaciones generan hielo y, en alguna ocasión, éste se ha desprendido cayendo sobre los trabajadores. Finalmente, el almacén más pequeño almacena los cubos de residuos, que se recogen una vez a la semana, generando un olor insalubre.
Además de jugar con la salud de los profesionales, la dirección pone en riesgo la integridad de los pacientes, pues uno de los cuartos del almacén está habilitado para realizar curas.
Tras la denuncia realizada por los profesionales ante la Coordinadora y la Directora de Primaria, y la visita de los responsables de riesgos laborales, quienes han recomendado cambiar los almacenes de lugar, las medidas adoptadas por la dirección del centro han sido dotar a los profesionales de cascos para amortiguar el ruido y de mascarillas para evitar la inhalación de polvo.
“En ningún momento se ha contemplado trasladar este almacén a otro lugar, lo que hace que los profesionales continúen trabajando en un ambiente tóxico que pone en riesgo su salud. Es evidente que no se están adoptando las medidas de prevención de riesgos adecuadas, por ello desde SAE queremos denunciar públicamente el peligro que supone para estos profesionales acudir diariamente a su puesto de trabajo. Esperamos que la dirección del centro adopte las medidas indicadas por riesgos laborales y cambie la ubicación del almacén lo antes posible”, explica Valeria Casero, secretaria provincial de SAE en Valencia.
La Consellería de Sanidad obliga a los TCE a realizar tareas de limpieza, generando riesgos de infecciones nosocomiales.
La Consellería de Sanidad está permitiendo que la empresa encargada de la limpieza de los hospitales de la comunidad incumpla el pliego de limpieza, obligando a los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) a realizar las tareas que deberían llevar a cabo los profesionales contratados para esta función.
La falta de personal de limpieza ha dado lugar a que estos profesionales se nieguen a llevar a cabo tareas como el traslado de las bolsas de ropa sucia, la retirada de los cubos de basura que hay en las habitaciones si en ellos se han depositado pañales sucios, el cierre de los cubos de residuos tipo III y IV, o la limpieza de las neveras en las que se conservan alimentos para los pacientes y para el personal de cada unidad.
Ante esta negativa, la Consellería ha dado la razón a esta empresa de limpieza y obliga a los Técnicos en Cuidados de Enfermería a realizar estas labores, cuando, por ejemplo, la gestión de la ropa sucia, que la Consellería ahora no considera residuo, está regulada en el ámbito de la Comunidad Valenciana por el Decreto 240/1994, de 22 de noviembre, que clasifica en cuatro grupos los distintos tipos de residuos generados en los establecimientos sanitarios, incluyendo en el tipo II a la ropa sucia.
Asimismo, la Consellería obliga a los TCE a cerrar los cubos de residuos tipo III y IV, cuando la normativa no establece ninguna categoría profesional para realizar esta labor, aunque en el pliego de limpieza se recoge claramente que es el personal de limpieza el encargado de manipular y cerrar estos cubos. De hecho, en el contrato con la empresa de limpieza, entre las obligaciones que ésta contraía se encuentra la adopción de medidas de prevención de riesgos laborales para sus trabajadores, adoptando la obligación de formarles en la manipulación de residuos sanitarios.
“El hecho de que un profesional sanitario sea obligado a manipular residuos y basuras y luego atienda a los pacientes supone, además, un importante riesgo de infecciones nosocomiales para el usuario. Desconocemos si rebajar las funciones laborales de los Técnicos en Cuidados de Enfermería, una categoría profesional sanitaria, a tareas de limpieza que poco tienen que ver con su formación, responde a la incompetencia de la Consellería o si simplemente es un manifiesto desprecio hacia nuestra categoría profesional. Lo que sí es evidente es que está poniendo en riesgo la salud de los usuarios por no hacer cumplir los acuerdo a los que llega con las empresas contratadas y que un mal uso de los fondos públicos perjudica a todos los ciudadanos valencianos; por lo tanto, no podemos negar que permitir que una empresa a la que se ha contratado para dar un servicio público lo incumpla mientras se obliga al personal estatutario a realizar este servicio podría suponer un posible delito de prevaricación. Por ello, esperamos que la Consellería dé marcha atrás y obligue a los profesionales de la limpieza a cumplir con sus obligaciones mientras los TCE se ocupan de las suyas: garantizar la salud al paciente”, explica Soraya Beltrán, secretaria autonómica de Comunidad Valenciana.
El cierre durante los días festivos de los centros de salud de Atención Primaria y la inexistencia de pediatras en las plantillas de los Puntos de Atención Continuada generó durante el pasado día 24 una alarmante situación asistencial en las urgencias pediátricas del Hospital General Universitario de Alicante debido a la masificación de usuarios que acudieron a dicho servicio.
Más de 70 usuarios estuvieron durante horas en este servicio esperando a ser atendidos debido a la falta de pediatras y profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería, lo que generó situaciones de estrés y episodios de ansiedad entre los usuarios, así como una grave sobrecarga laboral entre los profesionales.
“Esta situación evidencia la falta de previsión por parte de la Administración, que debería haber incluido a pediatras en las plantillas de los Puntos de Atención Continuada y reforzar todas las plantillas de profesionales de los servicios de urgencias del hospital alicantino. Por ello, desde CESMCV-SAE continuaremos trabajando para evitar que este tipo de situaciones se repita y la Administración gestione adecuadamente la sanidad alicantina, dotándola de los profesionales adecuados a la realidad asistencial que demandan los usuarios, quienes merecen recibir una atención de calidad”, explica Concepción García Soriano, secretaria provincial de Alicante.