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La dirección del centro se negaba a dar EPIS a los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) porque no les considera personal sanitario
Facilitar EPIS a la enfermería diplomada y no a los TCE, negarse a realizar los test diagnósticos por considerar el Covid-19 como un sarampión, obligar a los enfermos a compartir termómetros por falta de material, mantener el comedor abierto hasta la semana pasada y negarse a instalar teléfonos inalámbricos en las habitaciones para que los residentes no tengan que salir a los comunes para atender sus llamadas son sólo algunas de las actuaciones llevadas a cabo por la Directora de la Residencia Parquesol de Valladolid.
Parece mentira que aún queden responsables sanitarios que no se tomen en serio la gravedad de esta pandemia y la situación de estrés y desprotección a la que están sometidos los profesionales sanitarios, entre los que, desde luego, se encuentran los Técnicos en Cuidados de Enfermería, que están en la primera línea asistencial.
Es altamente preocupante que los responsables sanitarios jueguen con la seguridad de sus trabajadores, poniendo en riesgo tanto su salud como la de los residentes, que son población de alto riesgo y, por lo tanto, se deberían extremar las medidas de protección. Desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería esperamos que la dirección del centro cambie su manera de actuar y empiece a gestionar la situación con la responsabilidad y la seriedad que entraña.
La falta de medidas de protección con la que los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) y el resto de profesionales sanitarios de las Residencias de Mayores, públicas y privadas, y Hospitales de Burgos se están enfrentando a la atención de los pacientes pone en peligro su salud y la de sus familias.
A esta escasez de recursos materiales se añade una importante falta de personal tanto en el Hospital de Burgos como en Diputación y Gerencias, agravando así el problema, pues ante esta crisis sanitaria es fundamental contar con todos los recursos humanos posibles, ya que la saturación de residencias y hospitales comienza a ser alarmante.
“Por ello, una de nuestras exigencias es la realización de la prueba a los profesionales, ya que muchos están en sus casas en aislamiento y podrían estar en activo sin ningún riesgo si se les hiciera la prueba y dieran negativo. Además, los trabajadores sanitarios están expuestos al contagio exterior y pueden sentirse asintomáticos durante días y estar contagiando a los usuarios al no estar protegidos adecuadamente, por ello es urgente que se dote a todo el personal sanitario y de servicios sociales de mascarillas quirúrgicas y guantes. No puede entenderse esta desprotección irresponsable cuando en el momento actual lo primordial es garantizar la salud de quienes velan por la de los ciudadanos”, explica Berta González, Secretaria Provincial de SAE en Burgos.
La Dirección del centro se negaba a facilitar mascarillas a los profesionales
Los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) de la Residencia Asistida de Valladolid (RASVA), tal y como ocurrió hace unos días en Soria, se plantaron ayer exigiendo a la Dirección del centro, que dependen de la Consejería de Familia, las mascarillas necesarias para poder realizar su trabajo con seguridad.
A pesar de que el centro cuenta con este material de protección, se lo estaba negando a los profesionales, hasta que ayer se plantaron y se negaron a continuar asistiendo a los usuarios, personas de alto riesgo, sino les facilitaban las medidas de protección adecuadas.
Ante esta situación, los responsables del centro residencial facilitaron una mascarilla a cada profesional exigiéndoles que debían trabajar con ésta misma durante una semana, a lo que los TCE se volvieron a negar hasta que, finalmente, consiguieron que cada día se les dote con una mascarilla nueva.
“Es altamente preocupante que los responsables sanitarios jueguen así con la seguridad de sus trabajadores, poniendo en riesgo tanto su salud como la de aquellos con los que conviven. La crisis sanitaria que está viviendo el país está sacando a la luz lo mejor y lo peor de cada uno y, desde luego, esta miserable actitud de los responsables de RASVA les retrata como gestores sanitarios. Desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería esperamos que se tomen medidas sancionadoras necesarias al respecto cuando esta situación de crisis sanitaria finalice. Garantizar la salud de quienes velan por la de los ciudadanos debe ser primordial ahora mismo”, explica Ana María Tobal, Secretaria Autonómica de SAE en Castilla y León.
Los responsables del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) en Castilla y León han remitido sendos escritos a la Consejería de Sanidad y a la Consejería de Familia instándoles a que doten de los medios de protección necesarios a los profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería ante el Covid-19.
En los centros de Servicios Sociales, donde la mayoría de los pacientes son dependientes y de alto riesgo, las mascarillas están destinadas a los usuarios, quienes se las retiran continuamente porque les molestan, lo que expone a los profesionales TCE, que no están provistos de EPIS para poder protegerse.
En el caso de SACYL, la insuficiencia de material está provocando que los trabajadores se tengan que fabricar sus propias mascarillas con carpetas, pues las que les proporciona la Gerencia tienen orden de usarlas durante tres días, sin embargo el vaho que genera la respiración hace que en tres horas sean inservibles.
“Ni mascarillas, ni batas impermeables, ni gafas de protección…Las condiciones de inseguridad en las que los profesionales están realizando su trabajo son alarmantes. Por ello desde SAE exigimos a los gestores sanitarios que demuestren por qué están en sus cargos y pongan en marcha con urgencia todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de sus profesionales, pues no parece lógico que ante la alerta sanitaria que vive el país, no se garantice la salud de quienes velan por la de los ciudadanos, extendiendo así la cadena de contagio a familiares, mientras se adoptan otras medidas para contener la propagación”, explica Ana María Tobal, Secretaria Autonómica de SAE en Castilla y León.
Gracias al apoyo de los profesionales sanitarios, nuestra Organización ha consolidado su posición en la sanidad castellano leonesa, mejorando notablemente sus resultados en Servicios Sociales, donde hemos conseguido representación en provincias como Soria.
A falta de la celebración de elección en dos provincias, nuestra presencia en las tres mesas de negociación –General, Sectorial y Función Pública- es incuestionable y lo es porque nuestro trabajo durante años ha tenido como respuesta el apoyo de los profesionales.
“Los profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería de Castilla y León nos han apoyado con su voto, renovando su confianza en nuestras siglas y nuestro trabajo. El respaldo recibido nos hace más fuertes para continuar defendiendo sus derechos laborales y retributivos, que pasan por el encuadramiento en el grupo C1, la actualización de nuestras funciones y el desarrollo de un Real Decreto que recoja realmente los aspectos de nuestro currículum vitae. Con este apoyo salimos reforzados de las elecciones sindicales y así lo vamos a demostrar durante los próximos años”, explica Ana Tobal, secretaria autonómica de SAE en Castilla y León.