Tu eres la razón de nuestro trabajo, sin unión no hay colectivo
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), junto al resto de los miembros de la Junta de Personal del Hospital Virgen Macarena, ha conseguido la dimisión del Gerente del centro hospitalario, Francisco Merino, por la negligente e irresponsable gestión que ha realizado durante la crisis sanitaria generada por el Covid-19.
Tras esta dimisión, desde SAE exigimos a la Consejería de Salud y Familias que la investigación abierta continúe su curso hasta depurar todas las responsabilidades, pues es evidente que son muchas las cosas que se han hecho de forma negligente y que hay que aclarar para mejorar la gestión del Hospital Virgen Macarena, centro andaluz donde más personal sanitario se ha contagiado, ante esta emergencia sanitaria.
Durante estos meses, los responsables del hospital han obviado en todo momento el cumplimiento de las disposiciones sobre seguridad y salud en el trabajo, lo que ha expuesto a un alto riesgo a los profesionales, siendo los Técnicos en Cuidados de Enfermería el segundo colectivo más afectado, tanto física como mentalmente, y con mayor número de casos positivos debido al contacto directo y continuo con los pacientes.
La Dirección Gerencia del centro hospitalario pone en riesgo la salud de los TCE
La Junta de Andalucía ha anunciado que prorrogará por más de un año los contratos de los profesionales sanitarios considerados esenciales que han combatido el Covid-19, sin embargo, tal y como denunció recientemente el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), la Dirección Gerencia del Hospital Infanta Elena de Huelva decidió esta semana rescindir el contrato de 17 Técnicos en Cuidados de Enfermería.
“Es indignante que el presidente de la Junta lleve a cabo este anuncio cuando 17 profesionales TCE del Hospital Infanta Elena, que junto a sus compañeros han estado realizando un gran esfuerzo durante esta crisis sanitaria, han sido despedidos. Esta actitud solo demuestra una enorme falta de respeto y reconocimiento hacia nuestro trabajo en el cuidado de los pacientes”, explica Manuela Valle, vocal de Acción Sindical de SAE en Huelva.
A la rescisión de estos 17 contratos, se suma la baja por incapacidad laboral de otros 18 profesionales TCE del centro hospitalario, lo que ha obligado a la Dirección Gerencia a cerrar 20 camas en plena crisis sanitaria.
Esta evidente falta de profesionales TCE en las plantillas del hospital está generando una enorme sobrecarga laboral y presión psicosocial en los trabajadores, que tienen que desdoblarse para poder atender las 191 camas que aún están en activo en el centro.
“Según lo establecido, la plantilla de Técnicos en Cuidados de Enfermería del hospital debe ser de 209 profesionales, sin embargo con el despido de 17 TCE y la baja de otros 18, la ratio paciente/TCE (10/2) no se cumple, poniendo en juego la calidad asistencial a la que tiene derecho el usuario y la salud de los profesionales sometidos a un nivel de estrés insoportable”, concluye Manuela Valle.
La decisión de la Dirección Gerencia del Hospital Infanta Elena de Huelva de rescindir el contrato a 17 profesionales Técnicos en Cuidados de Enfermería de hospitalización en plena crisis sanitaria va a repercutir en los cuidados de los pacientes.
Estos contratos son eventuales y se han renovado de manera continua, algunos desde febrero y otros desde junio de 2019, para cubrir las plantillas con los profesionales necesarios de acuerdo a las ratios establecidas. Sin embargo, ahora, la Dirección Gerencia decide prescindir de estos profesionales, aunque sus puestos no están relacionados con el Covid-19, a pesar de que a algunos se les cambió el código de contratación para convertirlos en contratos por Coronavirus.
Según lo establecido, la plantilla de Técnicos en Cuidados de Enfermería del Hospital debe ser de 209 profesionales, sin embargo con el despido de 17 TCE la ratio paciente/TCE (10/2) no se cumple, máxime si tenemos en cuenta el número de profesionales que están de baja por Covid-19.
“El Sindicato de Técnicos de Enfermería consiguió hace un par de años que se cumpliera la ratio establecida pacientes/TCE (10/2), pero esta pésima decisión de la Dirección la reduce significativamente y pone en juego la calidad asistencial a la que tiene derecho el usuario, ya que al disminuir el número de profesionales, incrementa la sobrecarga laboral. Es incomprensible que se rescindan estos contratos de hospitalización que se realizaron hace más de un año porque eran necesarios. Aprovechar esta emergencia sanitaria para reducir las plantillas es una decisión propia de gestores incompetentes y alejados de la realidad asistencial”, explica Manuela Valle, vocal de Acción Sindical de SAE en Huelva.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), junto al resto de los miembros de la Junta de Personal del Hospital Virgen Macarena, ha pedido la dimisión del Gerente del centro hospitalario, Francisco Merino, por la pésima e irresponsable gestión de la que está haciendo gala durante la crisis sanitaria generada por el Covid-19.
Durante esta emergencia sanitaria, el Gerente ha mantenido una actitud manifiestamente negligente, tanto en el uso de los medios de protección disponibles como en la adopción de las recomendaciones establecidas para la prevención de riesgos laborales, obviando en todo momento el cumplimiento de las disposiciones sobre seguridad y salud en el trabajo, lo que ha expuesto a un alto riesgo a los profesionales.
A ello se suma, la falta de respuesta a las cuestiones planteadas el pasado 25 de marzo por la Junta de Personal para esclarecer diferentes aspectos en torno a la situación que se estaba viviendo por la pandemia, una evidente falta de compromiso a la hora de participar en las medidas adoptadas ante el Coronavirus, y una indignante falta de consideración hacia los trabajadores, dando sobradas muestras de abuso de poder y prepotencia, perjudicando así a los profesionales tanto laboral como psicológicamente.
“Por todo ello, desde SAE pedimos su dimisión, pues es evidente que no tiene ni la profesionalidad ni la capacidad para gestionar la sanidad y, mucho menos, una emergencia como la que estamos viviendo por el Covid-19. Durante estos dos meses, el Gerente, en lugar de unirse a todos los profesionales del hospital en la lucha por salvar vidas y frenar la expansión del virus, ha optado por demostrar su autoridad de la peor manera posible: poniendo en riesgo la salud, tanto física como mental, de los profesionales”, explican las delegadas y miembros de la Junta de Personal de SAE en el Hospital.
Algunos trabajadores han sufrido deshidratación y desmayos
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) ha presentado denuncia en Inspección de Trabajo por la falta de EPIs homologados en las plantas de Covid-19 y Urgencias del Hospital de Jerez.
Actualmente, las batas que están utilizando los profesionales carecen de información normativa en el embalaje y en el propio EPI, por lo que no están homologadas y contravienen el Reglamento UE 2016/425.
Estas batas, que llegan a la rodilla obligando a los profesionales a usar bolsas de basura para cubrirse las piernas, son de plástico impermeable y no transpiran, lo que está generando estrés térmico entre los profesionales con resultados de deshidratación, desvanecimientos y caídas. Sin embargo, los responsables sanitarios consideran que estos episodios no son accidentes de trabajo, contraviniendo el artículo 156 del RD 8/2015.
“Es indignante que los gestores sanitarios no reconozcan como accidentes de trabajo aquellos que son fruto de trabajar con unas medidas de protección inadecuadas y que, desde hace siete semanas, están poniendo en riesgo a los profesionales sanitarios. Desde SAE continuaremos luchando para que los gestores empiecen a dejar de mirar por sus propios intereses y empiecen hacerlo por las necesidades de los trabajadores, a quienes se les debe un respeto que no están recibiendo”, explica Fátima Márquez, secretaria provincial de SAE en Cádiz.
A esta denuncia, se suma la que realizamos ayer al detectar que las mascarillas FFP2 de las marcas Elite Respirator EB09.049 y Puervigor Kn95 Mask son defectuosas.
“Estas mascarillas ya se han retirado, pero los más de 400 profesionales que las han usado han estado expuestos a un alto riesgo de contagio durante cuatro semanas, pues a las dos que llevan utilizando estas mascarillas, hay que sumar las dos que estuvieron trabajando con el lote HY-8710, también defectuoso. A todos estos trabajadores se les está haciendo la prueba PCR, pero es evidente que estas situaciones crean inseguridad y estrés entre los profesionales, por ello, desde SAE hemos exigido que el material suministrado sea analizado por el Centro Nacional de Medios de Protección con el objetivo de testar la seguridad de las mascarillas y evitar así riesgos entre los profesionales”, concluye Fátima Márquez.