El Sindicato de Técnicos de Enfermería comunica, a través de notas de prensa o cartas al director, a los medios de comunicación todas aquellas informaciones de interés público y profesional en las que SAE es noticia.
Los más de 450 profesionales técnicos que asisten a esta edición del Congreso Nacional abordarán durante estas tres jornadas la oncología ginecológica y el cáncer de mama.
“De acuerdo con la Asociación Española contra el Cáncer, a nivel mundial, el cáncer de ovario es el sexto más común entre las mujeres, con alrededor de 205.000 nuevos casos anuales. En España, se diagnostican aproximadamente 3.500 casos cada año – según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2025 se prevé que la cifra se eleve a 3.748 nuevos casos-, lo que equivale al 5,1 % de los cánceres en mujeres. Por ello, su incidencia en el país se considera elevada, con un incremento lento pero continuo desde la década de 1960”.
Esta es una de las afirmaciones realizadas por las Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCEs) Isabel Cambra y Verónica Cuesta, de la Clínica Universidad de Navarra (Pamplona), durante la presentación de su ponencia Desensibilización del carboplantino en pacientes con cáncer de ovario: Plan de cuidados del TCE, presentada en la primera jornada de trabajo del XXXIV Congreso Nacional de Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE), organizado por la Fundación para la Formación y Avance de la Enfermería (FAE) y el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), que se ha inaugurado esta mañana en el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra Baluarte, ante la presencia de más de 450 congresistas.
En el acto de inauguración han participado Fernando Domínguez Cunchillos, consejero de salud del Gobierno de Navarra, Inés Francés Román, directora gerente de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, Mª Dolores Martínez Márquez, presidenta de FAE y secretaria general de SAE, Begoña Ruiz Malagón, presidenta de esta edición congresual y secretaria autonómica de SAE Navarra, y Catalina Jiménez Andreu, vicesecretaria de SAE Navarra.
Tanto Fernando Domínguez Cunchillos como Inés Francés Román han destacado el papel fundamental que los Técnicos en Cuidados de Enfermería tienen en la atención a los pacientes en el ámbito sanitario y socio sanitario, siendo su trabajo primordial en los equipos multidisciplinares que han permitido el avance en esta área asistencial.
“En estos equipos los TCE somos esenciales durante todo el proceso, tanto en la prevención, ofreciendo consejos de salud a las pacientes, como durante el tratamiento y la recuperación, respondiendo a sus necesidades y humanizando los cuidados que precisan”, ha manifestado Mª Dolores Martínez, quien, coincidiendo con el consejero de sanidad, ha subrayado la importancia de la formación continua: “actos como este congreso, acreditado con 1,2 créditos por la Comisión de Formación Continuada, muestran el interés que los profesionales TCE tienen por mejorar y actualizar sus conocimientos para adaptarse a la realidad sanitaria y asistencial del Sistema Nacional de Salud”, concluye la presidenta de FAE.
Cáncer de ovario
Según han explicado las TCEs navarras, el tratamiento del cáncer de ovario se basa en la extirpación quirúrgica de todo el tumor detectable y para reducir el riesgo de recurrencia y mejorar la supervivencia, la mayoría de las pacientes reciben quimioterapia complementaria. Actualmente, el enfoque estándar y más utilizado es la combinación de paclitaxel y carboplatino, siendo este último uno de los agentes quimioterapéuticos que más reacciones de hipersensibilidad produce.
En estas ocasiones, hay que realizar un proceso de desensibilización para “modificar la respuesta inmune y generar tolerancia temporal al fármaco más adecuado. Es de vital importancia monitorizar a estas pacientes, ya que el principal riesgo es la reacción alérgica inmediata y grave, incluyendo la anafilaxia”.
En este proceso de alto riesgo se requiere una supervisión rigurosa, siendo fundamental la experiencia del personal sanitario para identificar los signos y síntomas de las reacciones y manejar de forma efectiva aquellas que pueden poner en peligro la vida; así, los TCE, como parte del equipo multidisciplinar, “contribuimos con nuestro trabajo a la seguridad de la paciente, tanto durante el ingreso como durante su estancia, pues vigilamos las posibles reacciones que pueden producirse y somos un soporte emocional, realizando una asistencia personalizada, empática y de calidad durante todo el proceso de la enfermedad”.
En este sentido, también se han pronunciado Tania Araus, Verónica Aróstegui y Cristina Novoa, TCEs de la Clínica Universidad de Navarra (Pamplona), durante la presentación de su trabajo Actuación del TCE en una unidad de cuidados intermedios en una paciente con neoplasia ovárica y carcinomatosis, destacando el trabajo del TCE en la preparación de material, equipos, monitorización, toma de constantes vitales y vigilancia “del estado de la paciente, transmitiendo al personal de enfermería cualquier alteración, lo que requiere de un conocimiento de patologías cardiacas, respiratorias y manifestaciones clínicas. El papel del TCE en un área de hospitalización intermedia es fundamental para el funcionamiento eficiente de la unidad. Por ello es importante nuestra formación”.
Igualmente, Mª José Martín, Ruth Díaz y Mª Begoña de la Calle, TCEs del Hospital Universitario Río Hortega (Valladolid), han puesto sobre la mesa la necesidad de incluir a los TCE en los protocolos establecidos, en este caso, para realizar la cirugía HIPEC - Hyperthermic IntraPeritoneal Chemotherapy-, durante la presentación de su ponencia Carcinomatosis peritoneal en el cáncer de ovario. Revisión del rol de la TCE en la cirugía HIPEC, un método quirúrgico empleado en estadios avanzados o metastásicos de un cáncer ginecológico, como puede ser el de ovario.
A pesar de que los TCEs “no participen en el procedimiento de HIPEC propiamente dicho, sí lo hacen en múltiples funciones para las que requieren conocer los protocolos, el instrumental y el entorno quirúrgico. Por ello, los TCE deben ser incluidos en los protocolos que se desarrollen a partir de ahora”.
Esta nueva técnica introduce cambios en el empleo de la quimioterapia en los procesos de carcinomatosis peritoneal: “ahora se administra intraperitonealmente, por lo que actúa donde la enfermedad está, y se realiza en el mismo quirófano, justo tras finalizar la extirpación citorreductora. Por último, se han modificado los criterios de selección de las mujeres candidatas pues, al ser necesaria una citorreducción completa de la enfermedad antes de la administración de los citostáticos, el tamaño de los implantes residuales tiene una importancia crucial”.
Así, la carcinomatosis peritoneal es potencialmente curable con la aplicación precoz de este nuevo tratamiento combinado –desde 2015 se han realizado 154 cirugías en el H.U. Río Hortega-, no obstante, la morbilidad y mortalidad asociadas son altas y la técnica no está exenta de controversias, por ello, “hay que garantizar que la información a la paciente incluya los po¬tenciales riesgos y beneficios esperados, así como las alternativas terapéuti¬cas existentes, de manera que pueda tomar una decisión informada y autónoma de acuerdo a sus valores. Además, dado el escaso número de centros que aplican esta técnica en España, pueden existir dificultades de acceso, quebrantando así el principio ético de equidad, privando de derechos a potenciales pacientes”, han concluido las autoras.
Virus del Papiloma Humano
El virus del papiloma de humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes en todo el mundo. Existen más de 200 tipos víricos que, según su patogenia oncológica, pueden ser de bajo o alto riesgo; en el primer caso, rara vez causan cáncer, aunque algunos pueden provocar verrugas en los genitales, el ano, la boca, la garganta o en la zona que los rodea. En el segundo, pueden desarrollar cáncer de cuello uterino.
“En España, la prevalencia de infección es alta, situándose en un 14,3% -porcentaje que aumenta hasta el 29% en mujeres jóvenes de entre 18 y 25 años-, siendo el VPH16- alto riesgo- y los VPH6 y VPH11 –bajo riesgo-, los más frecuentes. Sin embargo, la mayor parte de estas infecciones son temporales y tienen poca importancia a largo plazo: El 70 % desaparecen en un año y el 90 % en dos. Cuando la infección persiste -entre el 5 y el 10 % de los casos-, sí hay riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello del útero, que puede progresar a cáncer cervical invasivo. No obstante, este proceso lleva entre 15 y 20 años, lo que permite detectar y extirpar de forma temprana las células precancerosas, previniendo así la mayoría de los cánceres de cuello uterino”, así lo han explicado durante su intervención Coral Martín y Minerva Pérez, TCEs de los hospitales Campo Arañuelo y Virgen del Puerto (Cáceres), durante la presentación de su ponencia VPH: amenaza invisible con soluciones reales.
La prevención pasa por cumplir el calendario de vacunación y acudir regularmente a las citas ginecológicas o, en su defecto, a los centros de orientación y planificación familiar, para que se realicen las exploraciones adecuadas. Pero, además, para las autoras es “fundamental realizar más charlas informativas en los centros educativos sobre la prevención de las enfermedades de transmisión sexual como es el VPH”.
Cerca de 450 profesionales debatirán sobre la oncología ginecológica y el cáncer de mama
El Palacio de Congreso y Auditorio de Navarra Baluarte acogerá mañana a las 9:30 horas el acto de inauguración del XXXIV Congreso Nacional para Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE), organizado por la Fundación para la Formación y Avance de la Enfermería (FAE) y el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE).
Oncología ginecológica y cáncer de mama es el tema de esta cita formativa, que se inaugurará mañana con la presencia de Fernando Domínguez Cunchillos, consejero de salud del Gobierno de Navarra, Inés Francés Román, directora gerente de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas, Mª Dolores Martínez Márquez, presidenta de FAE y secretaria general de SAE, Begoña Ruiz Malagón, presidenta de esta edición congresual y secretaria autonómica de SAE Navarra, y Catalina Jiménez Andreu, vicesecretaria de SAE en Navarra.
La celebración de esta edición del Congreso, acreditada con 1,2 créditos por la Comisión de Formación Continuada, se extenderá durante tres jornadas, en las que los cerca de 450 congresistas inscritos tendrán la oportunidad de debatir y trabajar en torno a los diferentes tipos de tumores ginecológicos, los protocolos de prevención, que han permitido mejorar los diagnósticos tempranos y la supervivencia, o la evolución que han experimentado los tratamientos en este campo asistencial, gracias a un programa científico compuesto por más de 30 ponencias y 100 pósteres.
“A pesar de los avances experimentados, el número de nuevos casos anuales de cáncer de mama o tumores ginecológicos no deja de crecer; así, según las estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el tumor que con más frecuencia se va a diagnosticar en 2025 es el de mama, alcanzando un total de 37.682 nuevos casos, el de cuerpo uterino llegará a los 7.428, el de ovario se prevé que se sitúe en los 3.748, y el de cérvix uterino en los 2.307. Por ello, hemos considerado necesario poner el foco en esta área asistencial, fundamental para preservar la salud de la mujer”, explica Begoña Ruiz, presidenta de esta edición congresual y secretaria autonómica de SAE en Navarra.
“La transformación vivida en las últimas décadas en la práctica médica relacionada con los cuidados y la atención a la mujer ha permitido este desarrollo de los diagnósticos tempranos, las técnicas y los tratamientos en el campo ginecológico, lo que ha requerido de profesionales mejor formados e implicados con la salud femenina. En estos equipos multidisciplinares tenemos que destacar nuestro papel como Técnicos en Cuidados de Enfermería, pues somos esenciales en la prevención, ofreciendo consejos de salud a las pacientes, y durante el tratamiento, respondiendo a sus demandas y humanizando los cuidados que precisan, tanto físicos como mentales. La formación es la única manera de seguir avanzando, por ello desde FAE siempre hemos apostado por actuaciones que permitan a los Técnicos en Cuidados de Enfermería evolucionar y mantener unos conocimientos adaptados a la realidad sanitaria y asistencial del Sistema Nacional de Salud”, explica Mª Dolores Martínez, presidenta de FAE y secretaria general de SAE.
4 de junio Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos
6 de junio Día Mundial del Paciente Trasplantado
UN TRASPLANTE TRANSFORMA LAS EXPECTATIVAS DE SUPERVIVENCIA Y MEJORA LA CALIDAD DE VIDA
3 de junio de 2025.- El solo acto de la generosidad que supone la donación tiene un impacto sustancial en la sociedad, ya que una única persona puede beneficiar a varios pacientes o, tal y como lo resume el lema Suma vida, multiplica vida, con el que este año la Unión de Trasplantados de Órganos Sólidos conmemorara de nuevo el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos con el apoyo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)
Cuantos más donantes haya, mayor será el número de vidas que podrán salvarse. Las listas de espera para recibir órganos y tejidos aumenta si no se logran incrementar las donaciones, que en España subieron hasta 6.464 implantaciones de órganos en 2024, un 10% más que en 2023.Con una media de ocho donantes y 17 trasplantes al día, según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), mantiene desde hace 33 años su liderazgo mundial en trasplantes.
El primer miércoles del mes de junio se celebra cada año el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos para sensibilizar a la sociedad de la importancia de la donación, pero también para homenajear a los donantes y a sus familias.
La donación de un órgano supone el inicio de una nueva vida, con nuevos retos. Informar de los problemas que enfrentan los receptores, la necesidad de seguimiento médico, el manejo de los medicamentos y la prevención de rechazo son algunos de los objetivos que plantea la conmemoración, el 6 de junio, del Día Mundial del Paciente Trasplantado
Desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) queremos aprovechar estos días para insistir en la importancia de la donación y visibilizar la necesidad de la misma.
“Es, también, un día de agradecimiento a la ciudadanía por su solidaridad y a los profesionales sanitarios por su trabajo, entre los que queremos destacar a los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE), que son quienes más cerca están de los pacientes en los momentos más duros, generando un clima de confianza fundamental para propiciar el acto altruista y generoso de donar”, explica Daniel Torres, secretario de acción social y formación de SAE.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) se ha vuelto a concentrar para reclamar una negociación real de los derechos laborales y profesionales de los trabajadores de la sanidad cántabra en la mesa sectorial.
Desde hace meses, la Administración no convoca la mesa sectorial, el órgano en el que se deben abordar las demandas de los profesionales, manteniendo la vulneración de varios derechos, como los recortes en la nómina cuando el trabajador está en situación de baja.
Ante este agravio salarial, las organizaciones sindicales exigimos el pago íntegro de la nómina durante las incapacidades temporales, pero también una negociación efectiva para conseguir el encuadramiento extraordinario de carrera y desarrollo profesional, y un nuevo acuerdo de permisos y vacaciones.
“La negociación y el diálogo con los sindicatos que representan a los profesionales debe ser la piedra angular de cualquier sistema democrático, pues lo contrario contraviene el derecho de los trabajadores a que se estudien y aborden sus reivindicaciones, y el de las organizaciones sindicales a poder desempeñar su función de representación. Por ello, desde SAE seguiremos trabajando y luchando por una negociación efectiva, que nos permita poner sobre la mesa las demandas de los profesionales sanitarios cántabros, particularmente de los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE)”, explica Montse Blanco Guerreiro, responsable de SAE en Cantabria.
La falta de Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) en los hospitales de Jaén –Complejo Hospitalario de Jaén, San Agustín de Linares y San Juan de la Cruz de Úbeda- parece no ser competencia de nadie, pero la realidad es que desde hace años la ciudadanía sufre el deterioro de la calidad asistencial que existe por la escasez de plantillas.
Tras la denuncia que presentamos desde SAE-FTPS a Inspección de Trabajo, este organismo nos responde que no tiene competencia en esta materia y deja desamparados a los profesionales TCEs, sometidos a una sobrecarga laboral inasumible.
Para que la atención sea la adecuada, el número de profesionales por paciente debe estar ajustado a las necesidades asistenciales de estos. Es evidente que un menor número de profesionales no pueden dedicar el mismo tiempo de atención a los mismos pacientes, e incluso, a un mayor número de ellos, tal y como ocurre durante el periodo estival. De esta manera, la calidad asistencial se deteriora por más esfuerzo y disposición que tengan los profesionales.
“Debido a la falta de plantilla, las condiciones laborales a las que están sometidos los profesionales TCE son pésimas, por lo que no entendemos que Inspección de Trabajo se lave las manos en lugar de promover un estudio que evalúe las cargas de trabajo y obligue a la Administración a realizar las contrataciones adecuadas. Las plantillas estructurales no se han incrementado durante años y, sin embargo, la población no solo ha aumentado, sino que los cuidados de los enfermeros son diferentes. Solo por ello, sería obligatorio hacer una evaluación para actualizar los recursos humanos. Las jubilaciones y la escasa contratación hacen que el problema se agrave año tras año, por ello desde SAE-FTPS elevaremos nuestra reivindicación al Defensor del Pueblo, pues no vamos a consentir que continúen devaluando la asistencia sanitaria de los ciudadanos jienenses”, explica Francisca Cortés Solas, secretaria provincial de FTPS-SAE en Jaén.